Durante una cumbre celebrada en Bogotá, Colombia, el 16 de julio, el portavoz del Ministro de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, Chrispin Phiri, calificó la situación en Gaza como «un cuestionable genocidio». Esta declaración refleja la creciente preocupación global por la crisis humanitaria en los Territorios Palestinos Ocupados.
En este evento, representantes de casi dos docenas de países, incluidos varios de Occidente, respaldaron un conjunto de seis medidas destinadas a frenar las operaciones militares de Israel. Entre estas medidas se incluyen llamados a un alto el fuego inmediato y al acceso sin restricciones para la ayuda humanitaria, lo que indica un consenso internacional creciente sobre la necesidad de una acción urgente.
Advertencias sobre el sistema legal global
Phiri subrayó la importancia de hacer cumplir las resoluciones del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) y las resoluciones de las Naciones Unidas. Advirtió que la credibilidad del sistema legal global está en riesgo si no se respetan estas decisiones. «Para cuando el TIJ emita un fallo final, puede que ya no haya Gaza», advirtió, instando a una acción rápida para evitar más devastación.
El portavoz también expresó su deseo de que más países se unan al Grupo de La Haya, una coalición comprometida con la implementación de la Convención sobre el Genocidio. Destacó que las declaraciones de solidaridad son insignificantes sin acciones concretas, criticando a aquellos estados que apoyan retóricamente las resoluciones de la ONU pero no actúan en consecuencia.
Desarrollo del caso ante el TIJ
La decisión del gobierno sudafricano de presentar un caso ante el TIJ en diciembre de 2023, alegando que las acciones de Israel en Gaza son «de carácter genocida», representa un avance significativo en la lucha legal por justicia. Este caso se considera una prueba del compromiso de la comunidad internacional con los principios establecidos por la Convención sobre el Genocidio.
Se espera que el fallo del TIJ sea observado atentamente por expertos legales y defensores de derechos humanos en todo el mundo. Además, servirá como un indicador crucial sobre la capacidad del tribunal para hacer cumplir sus decisiones frente a presiones geopolíticas.
Presión internacional y respuesta colectiva
La participación de naciones occidentales como España, Irlanda y Noruega en la cumbre es un indicativo del aumento de presión internacional sobre Israel para cambiar su enfoque. Históricamente más comprensivas con las preocupaciones de seguridad israelíes, estas naciones están reevaluando su postura debido a la magnitud de la crisis humanitaria en Gaza.
Phiri reconoció la relevancia de su participación al afirmar que «su involucramiento señala un esfuerzo concertado y compromiso». Sin embargo, enfatizó que es necesario respaldar estas palabras con acciones efectivas: «La solidaridad sin aplicación es irrelevante».
Su llamado a un «esfuerzo concertado» para implementar la Convención sobre el Genocidio y hacer cumplir las sentencias del TIJ recuerda los desafíos que enfrenta la comunidad internacional. Es imperativo encontrar un equilibrio entre buscar justicia y prevenir más derramamiento de sangre.
Crisis humanitaria y urgencia internacional
La situación en Gaza ha alcanzado un punto crítico, con las advertencias sudafricanas sobre «un cuestionable genocidio» destacando la urgencia del problema. La comunidad internacional se encuentra ante un momento decisivo en su compromiso por mantener el orden jurídico internacional y prevenir más sufrimiento humano. Como señaló Phiri, es momento de actuar antes de que sea demasiado tarde para salvar Gaza y los principios fundamentales que sustentan los derechos humanos a nivel global.