Un error hospitalario que marcó dos vidas
En un hospital soviético, se produjo un intercambio accidental de dos bebés al nacer. Este incidente, ocurrido hace más de cuatro décadas, ha tenido repercusiones significativas en las vidas de las familias involucradas. Según informes de medios rusos, las reacciones de las dos mujeres afectadas al descubrir la verdad fueron diametralmente opuestas.
El hecho tuvo lugar en marzo de 1978, en un pequeño hospital de Pozhva, ubicado en la provincia de Perm. En ese día nacieron cuatro niñas, y debido a la falta de pulseras identificativas, se intercambiaron sin querer a Veronica Shvetsova y Tatiana Savélieva.
Confusión y desconfianza familiar
Rimma Shvetsova, madre de Veronica, notó desde el principio que algo no encajaba: su hija tenía un cabello demasiado rubio para ser hija de padres morenos. Intentó acercarse a la familia Savéliev, cuyo padre era policía, pero estos se mostraron reacios a considerar la posibilidad del intercambio. En aquella época, sin pruebas genéticas disponibles, era prácticamente imposible demostrar su sospecha.
A medida que pasaron los años, la infancia de Veronica bajo el techo de los Shvetsov fue complicada. Su padre adoptivo deseaba un hijo varón y trató a Veronica con frialdad, lo que llevó eventualmente a la ruptura del matrimonio. Rimma se convirtió en una madre soltera fuerte y luchadora, criando sola a sus cuatro hijos. Por otro lado, Tatiana creció en un ambiente problemático con los Savéliev, enfrentando dificultades personales y laborales.
Descubrimiento tardío y reacciones contrastantes
Al conocer a Rimma por primera vez, Tatiana reaccionó con un ataque de nervios que rápidamente se transformó en rabia hacia su verdadera madre. Las pruebas genéticas confirmaron el intercambio y ambas familias decidieron llevar el caso ante los tribunales. Como resultado del juicio, cada madre e hija recibió una compensación económica significativa: un millón de rublos (aproximadamente 12.800 dólares), aunque el padre biológico de Veronica recibió menos.
Destinos divergentes tras el juicio
Desde entonces, las trayectorias de ambas mujeres han sido muy diferentes. Veronica ha logrado construir una vida exitosa como jefa y madre; no guarda resentimientos hacia su historia: "Mi madre fue un gran ejemplo de fortaleza", afirma. Por el contrario, Tatiana ha atribuido sus problemas personales a la herencia genética recibida de Rimma. Su último encuentro terminó en insultos y ambas decidieron no volver a comunicarse.
A pesar del cierre legal proporcionado por la compensación económica, para Veronica el verdadero cierre emocional llegó con su gratitud hacia la mujer que la crió y con una renovada serenidad para forjar su propia felicidad.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
1978 |
Año del incidente |
40 |
Número de años hasta el descubrimiento |
1,000,000 rublos |
Compensación económica por cada madre e hija |
$12,800 |
Compensación económica aproximada en dólares |