Microsoft ha presentado una de sus iniciativas ambientales más inusuales hasta la fecha, al invertir en el almacenamiento subterráneo de desechos humanos y agrícolas con el objetivo de reducir su considerable huella de carbono. La empresa se encuentra en una carrera para cumplir su meta de ser negativa en carbono para el año 2030 y ha establecido una colaboración con la firma Vaulted Deep, especializada en una tecnología que inyecta bio-slurry —una mezcla espesa de desechos orgánicos contaminados— a miles de pies bajo tierra para lograr la eliminación permanente del carbono.
Esta estrategia busca contrarrestar el creciente impacto ambiental de Microsoft, especialmente derivado de sus centros de datos energéticamente intensivos. La compañía ha decidido adoptar métodos poco convencionales para la eliminación del carbono, lo que incluye inyectar desechos humanos y agrícolas a profundidades significativas mediante un proceso desarrollado por Vaulted Deep.
Almacenamiento subterráneo como solución innovadora
Vaulted Deep recolecta lo que se denomina “bio-slurry”, una combinación de aguas residuales humanas, estiércol y lodos industriales, los cuales son triturados antes de ser bombeados a aproximadamente 1,500 metros bajo la superficie terrestre. El objetivo es sellar este material profundamente en el subsuelo para evitar que libere dióxido de carbono o metano a la atmósfera, gases que contribuyen al calentamiento global. A través de esta práctica, Microsoft puede obtener créditos por eliminación de carbono, donde cada tonelada almacenada equivale a un crédito.
La compañía ha comprometido la compra de 4.9 millones de toneladas métricas de eliminación durable de dióxido de carbono a Vaulted Deep durante los próximos doce años, comenzando en 2026. Esta acción forma parte de un portafolio más amplio que incluye tecnologías emergentes para la eliminación del carbono. Entre otros proyectos, se contempla la reforestación tropical en Panamá y la captura de emisiones provenientes de incineradoras en Noruega para ser enterradas bajo el mar del Norte en pozos petroleros reutilizados.
Desafíos éticos y medioambientales
Julia Reichelstein, CEO de Vaulted Deep, describe esta tecnología como una solución práctica para dos desafíos ambientales: la disposición adecuada de desechos orgánicos problemáticos y la reducción del carbono atmosférico. Muchos tipos de residuos utilizados en este proceso suelen ser vertidos en tierras o esparcidos en campos, prácticas que pueden provocar escorrentía nutritiva y filtración de sustancias químicas peligrosas al agua subterránea.
A pesar de que almacenar desechos humanos bajo tierra puede parecer extraño o incluso inquietante, los defensores argumentan que es una estrategia efectiva y escalable para la eliminación a largo plazo del carbono. Sin embargo, los críticos plantean dudas sobre la transparencia, seguridad a largo plazo y ética detrás de tales soluciones, especialmente ante la creciente dependencia del cálculo climático basado en compensaciones en lugar de reducir directamente las emisiones.
La audaz inversión de Microsoft en convertir desechos en créditos por carbono resalta la magnitud del desafío climático enfrentado por la industria tecnológica y las tácticas cada vez más inusuales exploradas para cumplir con sus promesas sostenibles. A medida que la empresa incrementa su consumo energético para respaldar el desarrollo de inteligencia artificial, parece dispuesta a ir a grandes profundidades —literalmente— para limpiar su legado carbonoso. Queda por ver si este plan impulsado por desechos se convertirá en un modelo exitoso o si resultará ser un error estratégico.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
2030 |
Año en el que Microsoft se propone ser carbono negativo. |
75.5 millones de toneladas |
Total de emisiones de CO? equivalente de Microsoft entre 2020 y 2024. |
4.9 millones de toneladas |
Cantidad de eliminación duradera de dióxido de carbono que Microsoft comprará a Vaulted Deep durante los próximos 12 años. |
5,000 pies |
Profundidad a la que se inyectará el bio-slurry bajo tierra. |