Morena Rial se encuentra en el centro de una nueva controversia tras la revelación de la identidad de su actual psicólogo. El profesional que la atiende es Carlos Díaz, quien figura entre los ocho imputados en la causa relacionada con la muerte de Diego Maradona.
Este hecho ha generado un considerable revuelo mediático y ha llevado a cuestionamientos sobre la elección de Morena, especialmente considerando el contexto judicial que rodea al psicólogo.
Un giro inesperado en la causa judicial de Morena
Durante una emisión reciente del programa DDM, conducido por Mariana Fabbiani, se dio a conocer esta información que sorprendió a los televidentes. Morena, quien debía someterse a un tratamiento psiquiátrico por orden judicial, optó por un profesional con un historial legal complicado.
Díaz, quien formaba parte del equipo médico que atendía a Maradona durante sus últimos días, enfrenta acusaciones de negligencia profesional junto a otros colegas involucrados en el caso.
¿Quién es Carlos Díaz?
Carlos Díaz es uno de los médicos implicados en el caso por la muerte del famoso futbolista argentino. En 2020, su nombre fue mencionado como parte del equipo que brindó atención médica al ídolo, lo que ha suscitado críticas sobre su idoneidad para ejercer como psicólogo.
El periodista Martín Candalaft expresó su sorpresa ante esta elección: “¿Justo elige a uno que está imputado por la muerte de Maradona?”. Este comentario ha generado un debate sobre las decisiones tomadas por Morena y las implicaciones legales que podrían surgir.
La conexión con el entorno de Maradona
Carlos Díaz mantiene vínculos con varios individuos implicados en la causa relacionada con Diego Maradona. Según Candalaft, el abogado Miguel Ángel Pierri tiene contacto frecuente con él; Pierri representa a Mariano Perroni, otro imputado en este caso judicial. Esta relación ha llevado a algunos analistas a especular sobre posibles conexiones más amplias dentro del entramado legal.
A pesar del revuelo causado por su elección, Carlos Díaz ha defendido su posición ante las acusaciones. En declaraciones previas, afirmó: “Nunca hubo un plan para matarlo”, expresando también su descontento con cómo se ha manejado públicamente el tema: “Me da tristeza que se haya manoseado tanto su muerte”.