El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha emitido una fuerte crítica hacia lo que considera una interferencia externa inaceptable en la economía de su país. Esta intervención, según Lula, es impulsada por el grupo del exmandatario Jair Bolsonaro en colaboración con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Durante su discurso en el 17.º encuentro nacional del Partido de los Trabajadores, celebrado en Brasilia, Lula condenó un propuesto "tarifazo político" que afectaría a productos brasileños. En este contexto, enfatizó que Brasil ya no depende de Estados Unidos como lo hacía en el pasado para su crecimiento y su posicionamiento en el ámbito internacional.
Críticas directas a Trump
Lula cuestionó abiertamente a Trump por utilizar temas políticos para imponer medidas económicas en Brasil. “Creo que el presidente de la República puede gravar lo que quiera aquí en Brasil; sin embargo, Trump se ha extralimitado. Su intención es acabar con el multilateralismo y regresar a las negociaciones bilaterales”, afirmó.
El mandatario brasileño también acusó al diputado Eduardo Bolsonaro de actuar en contra de los intereses nacionales al renunciar a su escaño en el Parlamento. Según Lula, esto fue con el objetivo de "lamerle las botas" al presidente estadounidense a cambio de una posible amnistía para su padre. “Hay un individuo que hacía campaña abrazando la bandera nacional y ahora va a Estados Unidos a pedirle a Trump que grave con aranceles los productos brasileños”, denunció Lula, añadiendo que esta acción representa una traición al pueblo brasileño.
Diversificación comercial y diálogo diplomático
En sus declaraciones, Lula destacó que Brasil ha diversificado sus relaciones comerciales y ya no depende tanto de Estados Unidos como antes. “Hoy en día, Brasil mantiene relaciones comerciales muy amplias en todo el mundo”, subrayó, indicando que la situación económica del país es más estable.
A pesar de sus críticas hacia las políticas arancelarias implementadas por Trump, Lula enfatizó la necesidad de mantener un diálogo constructivo con Washington bajo condiciones equitativas. También defendió la importancia del multilateralismo y recordó eventos históricos significativos: “No olvidaré que también dieron un golpe de Estado aquí. Ayudaron a dar un golpe”. Sin embargo, aseguró que no renunciará a la idea de establecer una moneda alternativa, buscando evitar la dependencia del dólar estadounidense.