La Oficina de Derechos Civiles (OCR) ha determinado que la Universidad de Pensilvania (UPenn) infringió el Título IX al permitir que la nadadora transgénero Lia Thomas, quien fue asignada como hombre al nacer, compitiera en deportes femeninos y accediera a instalaciones exclusivas para mujeres. Esta decisión pone en entredicho la equidad para las atletas femeninas.
Como resultado de esta violación, UPenn deberá comprometerse públicamente a cumplir con el Título IX, restablecer los registros y premios a las nadadoras afectadas, lo que incluye anular las victorias de Thomas, y emitir disculpas por escrito a las deportistas perjudicadas por lo que se califica como «discriminación por sexo».
Consecuencias para UPenn
La universidad tiene un plazo de diez días para cumplir con estas exigencias o enfrentarse a la pérdida de financiamiento federal y posibles acciones legales por parte del Departamento de Justicia.
Esta resolución está alineada con la orden ejecutiva emitida durante la administración de Donald Trump, titulada «Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos», que refuerza el Título IX basándose en el sexo biológico y establece sanciones para las instituciones que permitan la participación de atletas transgénero en competencias femeninas.
Funcionarios de la OCR han subrayado su compromiso con la protección de los derechos de las atletas femeninas, haciendo referencia a políticas previas que buscan evitar la participación masculina en categorías y espacios destinados a mujeres.
Contexto del caso Lia Thomas
El conflicto surgió tras las quejas presentadas por nadadoras después de que Lia Thomas participara en el equipo femenino durante la temporada 2021-2022. Thomas rompió varios récords en la universidad y se convirtió en la primera mujer transgénero en ganar un campeonato nacional.
No obstante, la OCR sostiene que UPenn ha socavado el propósito fundamental del Título IX: garantizar la equidad basada en el sexo tanto en el ámbito deportivo como educativo.
En este contexto, se han ordenado tres acciones inmediatas: un compromiso público con el cumplimiento del Título IX; restaurar todos los premios y reconocimientos a las atletas femeninas afectadas; y ofrecer disculpas escritas a aquellas cuya trayectoria fue impactada por competidores masculinos en eventos deportivos femeninos, específicamente en natación de División I.
Implicaciones futuras
El organismo ha advertido sobre las consecuencias legales si no se cumplen estas directrices dentro del plazo estipulado. La presión sobre UPenn es significativa, ya que podría enfrentar repercusiones severas si decide ignorar esta resolución.
Craig Trainor, asistente interino del Secretario para Derechos Civiles, expresó: «Las niñas pequeñas que admiran a Riley Gaines y Paula Scanlan pueden encontrar esperanza en esta acción. La administración Trump no permitirá que atletas masculinos invadan espacios privados femeninos o compitan en categorías destinadas a mujeres». UPenn debe tomar una decisión crucial: actuar correctamente para sus estudiantes o continuar promoviendo un proyecto político extremista que infringe las leyes federales contra la discriminación.
Ejecución de políticas bajo el gobierno anterior
Esta decisión se produce pocos meses después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva prohibiendo a los atletas transgénero competir en deportes femeninos. La orden exige a las agencias federales hacer cumplir el Título IX según la definición del sexo biológico al momento del nacimiento. Las instituciones educativas y asociaciones deportivas que permitan competir a mujeres transgénero contra mujeres cisgénero podrían perder su financiamiento federal.
Durante una ceremonia de firma, Trump declaró: «Con esta orden ejecutiva, la guerra contra los deportes femeninos ha terminado», rodeado de legisladores y atletas destacadas como Riley Gaines, quien aboga activamente por prohibir competidores transgénero.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que esta medida requerirá «acciones inmediatas» contra instituciones que violen políticas deportivas segregadas por sexo e impondrá sanciones a escuelas que permitan a atletas transgénero acceder a vestuarios femeninos.
Este enfoque también habilita al Departamento de Educación para investigar y sancionar escuelas no conformes bajo el Título IX. Además, plantea desafíos hacia los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde Trump amenazó con tomar medidas contra atletas transgéneros internacionales.