Las empastes de amalgama de plata son el tipo más común de empastes dentales, conteniendo aproximadamente un 50% de mercurio en su composición. Además del mercurio, estos empastes incluyen otros componentes como la plata, el estaño y el cobre. El mercurio es clasificado como un neurotoxina, lo que significa que afecta al sistema nervioso. Su asociación con diversos problemas de salud es preocupante, incluyendo trastornos autoinmunes, problemas respiratorios y síntomas neurológicos.
A pesar de las advertencias sobre los efectos nocivos del mercurio, la Asociación Dental Americana (ADA) sostiene que los empastes de amalgama son seguros, basándose en numerosos estudios. Sin embargo, muchos de estos estudios carecen de un diseño robusto o solo consideran efectos a corto plazo, mientras que investigaciones más completas y a largo plazo suelen mostrar impactos negativos.
La persistencia del uso del mercurio en odontología
Los empastes de amalgama no logran mantener el mercurio encapsulado; liberan continuamente vapor de mercurio, especialmente bajo condiciones de estrés como masticar, cepillarse o consumir bebidas calientes. Con el tiempo, estos empastes pierden una cantidad significativa de su contenido de mercurio.
En este contexto, surge una inquietante pregunta: ¿por qué los dentistas continúan utilizando materiales que contienen mercurio? A pesar del conocimiento acerca de la toxicidad del mercurio, se siguen empleando estos empastes. La ADA defiende su uso citando estudios que no siempre son accesibles o que omiten detalles cruciales. Además, la volatilidad del mercurio contradice las afirmaciones sobre su seguridad dentro del material dental.
La verdad tóxica detrás de los empastes con mercurio
No hay duda sobre los daños que puede causar el mercurio presente en los empastes dentales. La Organización Mundial de la Salud categoriza sus efectos adversos sobre la salud, incluyendo ansiedad, depresión e inflamación neurológica. Sin embargo, su uso persiste en odontología, exponiendo tanto a pacientes como a profesionales a vapores tóxicos. Alarmantemente, un estudio indica que los límites de exposición al mercurio establecidos por la EPA para mujeres embarazadas son superados en casi un tercio de quienes tienen empastes de amalgama.
Muchos pacientes reportan síntomas misteriosos atribuidos a la toxicidad del mercurio, tales como fatiga y trastornos autoinmunes. Incluso se ha vinculado la exposición al mercurio con estrés oxidativo y daño al ADN. La advertencia emitida por la FDA en 2020 para evitar el uso de empastes con mercurio en ciertos grupos es un paso positivo; sin embargo, críticos argumentan que llegó décadas tarde y no aborda adecuadamente el problema.
Vínculos entre el mercurio y problemas crónicos de salud
Tanto pacientes como profesionales dentales pueden experimentar una variedad de síntomas relacionados con la exposición al mercurio:
Neurológicos: Problemas cognitivos, dolores de cabeza, depresión y ansiedad.
Respiratorios: Sibilancias y dificultad para respirar.
Autoinmunes: Esclerosis múltiple, alopecia y trastornos tiroideos.
Cardiovasculares: Problemas cardíacos y dolores en el pecho.
Reproductivos: Impotencia y reducción de fertilidad.
Dañado al ADN: El mercurio puede inducir estrés oxidativo y daño al ADN, contribuyendo a diversas enfermedades incluidas algunas formas de cáncer.
Métodos seguros para la extracción del amalgama con mercurio
Pautas estándar y riesgos: La extracción convencional del amalgama puede resultar en niveles significativamente elevados de vapor de mercurio, poniendo en riesgo tanto a pacientes como a personal dental.
Técnica Segura para la Extracción del Amalgama (SMART): Este protocolo busca minimizar la exposición al mercurio durante la extracción del material dental. Incluye el uso de equipos especializados como dispositivos de succión de alto volumen y técnicas adecuadas para el manejo desechos. La Academia Internacional de Medicina Oral y Toxicología (IAOMT) promueve esta técnica como parte fundamental para una odontología más segura.
La continua utilización del mercurio en los empastes dentales es alarmante. Su toxicidad es innegable y las defensas presentadas por la ADA sobre su seguridad son cuestionables. Como pacientes merecemos alternativas más seguras y debemos exigir responsabilidad a la industria dental respecto al uso conocido de toxinas. Después de todo, nuestra salud —y potencialmente nuestras vidas— dependen de ello.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
50% |
Porcentaje de mercurio en los empastes de amalgama. |
1/3 |
Proporción de personas con empastes que superan los límites de exposición al mercurio establecidos por la EPA durante el embarazo. |
2020 |
Año en que la FDA emitió una advertencia sobre el uso de empastes de amalgama en grupos de riesgo. |
50% |
Mercurio presente en las amalgamas, reafirmando su composición tóxica. |