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Agricultores del Medio Oeste se oponen a la expropiación de tierras para tuberías de CO2
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Agricultores del Medio Oeste se oponen a la expropiación de tierras para tuberías de CO2

miércoles 07 de mayo de 2025, 21:46h

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Los agricultores del Medio Oeste de EE. UU. están luchando contra la expropiación de tierras para la construcción de redes de tuberías de CO2, impulsadas por empresas privadas y respaldadas por subsidios federales. Summit Carbon Solutions lidera un proyecto de 2,500 millas a través de cinco estados, generando oposición entre agricultores, defensores de derechos de propiedad y ambientalistas debido a los riesgos asociados y las regulaciones laxas. A pesar de que algunos argumentan que la captura de carbono es esencial para combatir el cambio climático, críticos la ven como un subsidio a los combustibles fósiles. La resistencia incluye protestas y batallas legales, reflejando una lucha más amplia sobre el poder corporativo y los derechos en áreas rurales.

Una intensa batalla se desarrolla en el corazón de Estados Unidos, donde empresas privadas, respaldadas por subsidios federales, intentan apoderarse de tierras agrícolas mediante el uso de la expropiación para establecer una extensa red de tuberías de captura de dióxido de carbono (CO2). Esta situación ha generado una fuerte oposición entre agricultores, defensores de los derechos de propiedad y ambientalistas.

Summit Carbon Solutions, una compañía vinculada a la Secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem, lidera este ambicioso proyecto que busca construir un sistema de tuberías de 2,500 millas a través de cinco estados del Medio Oeste: Iowa, Minnesota, Nebraska, Dakota del Norte y Dakota del Sur. Aunque se presenta como una solución al cambio climático, el proyecto ha suscitado críticas por sus peligros potenciales y la percepción de un abuso corporativo.

El avance del proyecto: ¿una apropiación corporativa?

Las empresas involucradas han comenzado a enviar cartas a los propietarios de tierras ofreciendo compensaciones por los derechos de paso, mientras amenazan con recurrir a la expropiación si no aceptan. Los agricultores advierten que las rutas de las tuberías atravesarían tierras agrícolas valiosas, a veces situándose a menos de 60 pies de las viviendas, lo que podría hacer que grandes extensiones de terreno sean inutilizables.

En sus comunicaciones, Summit afirma que su objetivo es llegar a acuerdos voluntarios con todos los propietarios afectados. Sin embargo, críticos consideran esta estrategia como una forma encubierta de coerción. El activista Marc Morano expresó: «Están utilizando el poder del gobierno para quitarle la tierra a quienes no desean vender». En Iowa, algunos supervisores locales inicialmente manifestaron su impotencia ante la situación; sin embargo, la presión popular ha llevado a ciertos gobiernos locales a implementar ordenanzas protectoras.

Riesgos para la seguridad: Un historial preocupante

Aunque las tuberías de CO2 no son un concepto nuevo, su rápida expansión —impulsada por créditos fiscales federales— ha superado las regulaciones en materia de seguridad. Un incidente ocurrido en 2020 en Satartia, Mississippi liberó una nube tóxica de CO2 que hospitalizó a 45 personas, evidenciando los peligros asociados al transporte del CO2 licuado bajo alta presión.

Bill Caram, del Pipeline Safety Trust, advirtió que “el CO2 es un asfixiante que puede desplazarse kilómetros en concentraciones letales”. A pesar de esto, la administración Trump suspendió reglas propuestas sobre seguridad en 2025, dejando desprotegidas a las comunidades afectadas. Además, los agricultores temen daños durante la construcción; un estudio realizado por Iowa State University en 2021 reveló que estos proyectos podrían reducir los rendimientos agrícolas entre un 15% y un 25% debido a la compactación y contaminación del suelo.

El debate sobre el clima: ¿Funciona realmente la captura de carbono?

Los defensores argumentan que la captura de carbono es esencial para combatir el cambio climático, mientras que los críticos consideran que se trata simplemente de un subsidio disfrazado para combustibles fósiles. De los 47 proyectos principales de captura de carbono alrededor del mundo, muchos han fracasado financieramente pese al respaldo gubernamental significativo.

Tom DeWeese, un activista anti-tuberías, afirmó: «El CO2 no es un contaminante; es alimento para las plantas». Con niveles actuales alrededor de 400 partes por millón en la atmósfera —muy por debajo del óptimo para el crecimiento vegetal— considera que enterrar este gas es científicamente erróneo. La Ley sobre Reducción Inflacionaria impulsada por la administración Biden aumentó los créditos fiscales hasta $85 por tonelada capturada, lo cual ha incentivado una especie de «fiebre» por las tuberías; sin embargo, muchos proyectos están destinados al «recupero mejorado» del petróleo al inyectar CO2 en pozos para extraer más crudo.

Abuso del dominio eminente: Una amenaza para los derechos de propiedad

Uno de los temas más polémicos es el uso del dominio eminente para apoderarse tierras con fines privados. En Dakota del Sur, el agricultor Jared Bossly se ha convertido en símbolo de resistencia tras ser acusado por Summit de «amenazar» a topógrafos —un cargo que él niega— y obtener una orden judicial que le impide confrontar intrusos en su propia propiedad.

Bossly declaró: «Esto es tiranía. Destruyeron mis cultivos y creen que pueden intimidarnos hasta someternos». Su caso ha galvanizado una protesta liderada por agricultores en el capitolio estatal, lo cual llevó a Dakota del Sur a prohibir el uso del dominio eminente para tuberías de CO2. Sin embargo, Summit está desafiando esta ley en los tribunales.

La lucha contra las tuberías de CO2 va más allá del medio ambiente; representa un conflicto sobre el poder corporativo, los derechos sobre la propiedad y la integridad comunitaria rural. Mientras algunas jurisdicciones comienzan a resistir estos proyectos —como lo demuestra Navigator CO2 Ventures abandonando sus planes— otros estados siguen adelante con sus iniciativas.

A medida que Summit expande sus operaciones hacia Ohio, Virginia Occidental y Pensilvania, queda claro que esta lucha será prolongada. Para agricultores como Bossly, las apuestas son altas: «Si no detenemos esto ahora, seguirán apoderándose hasta dejar nada por lo cual luchar». En medio del debate persiste una pregunta crucial: ¿se rendirá el corazón agrícola estadounidense ante intereses corporativos o prevalecerá la resistencia popular para proteger los derechos fundamentales?

Fuentes utilizadas:

ClimateDepot.com

GoodMenProject.org

NoIllinoisCO2pipelines.org

La noticia en cifras

Cifra Descripción
2,500 Millas del proyecto de tuberías de CO2
5 Estados involucrados en el proyecto
15–25% Reducción estimada en los rendimientos de cultivos
45 Número de personas hospitalizadas tras la ruptura en Mississippi
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