El presidente Donald Trump ha destituido al asesor de seguridad nacional Mike Waltz tras descubrir un complot con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para provocar una Tercera Guerra Mundial mediante acciones militares contra Irán, según informa The Washington Post. Esta decisión, impulsada por la "intensa coordinación" de Waltz con el líder israelí, representa una salida dramática en medio del escándalo conocido como Signalgate.
La postura belicista de Waltz, que incluía conversaciones no reveladas con Netanyahu para impulsar la guerra sin la aprobación total de Trump, chocaba con la preferencia del presidente por soluciones diplomáticas.
Conflictos internos en la administración
De acuerdo con The Washington Post, la decisión de Trump fue el resultado de una acumulación lenta de frustraciones hacia un exoficial de las Fuerzas Especiales que era visto como más inclinado a utilizar la fuerza militar que su jefe en la Casa Blanca. La situación se agravó cuando Waltz incluyó a un periodista en un chat sensible del grupo Signal en marzo.
Desde principios de la administración, Waltz había tenido desacuerdos con otros altos funcionarios sobre si debía perseguir acciones militares contra Irán. Esta serie de conflictos ha llevado a algunos altos funcionarios de la Casa Blanca a cuestionar la necesidad de un Consejo de Seguridad Nacional tradicional y a dejar al secretario de Estado Marco Rubio, quien fue nombrado reemplazo interino de Waltz, en un papel provisional durante un tiempo prolongado.
Reacciones y consecuencias
En su anuncio sobre este cambio, Trump prometió en una publicación en redes sociales que “juntos continuaremos luchando incansablemente para hacer que América y el mundo sean seguros nuevamente”. Sin embargo, Waltz también generó descontento en Trump tras una visita al Despacho Oval en febrero por parte del primer ministro israelí Netanyahu, donde el asesor parecía compartir la convicción del líder israelí sobre que era momento propicio para atacar a Irán.
Waltz había estado involucrado en una intensa coordinación con Netanyahu respecto a opciones militares contra Irán antes de una reunión entre el líder israelí y Trump. Según fuentes cercanas, Waltz quería dirigir la política estadounidense hacia una dirección que incomodaba al presidente debido a que Estados Unidos no había intentado aún una solución diplomática.
El futuro político de Waltz
A pesar de su destitución, se ha informado que Trump ha nominado a Waltz como embajador ante las Naciones Unidas, lo que le permitirá continuar formando parte del gobierno. La situación ha dejado claro que algunos dentro de la administración consideraban que Waltz estaba intentando inclinar la balanza hacia acciones militares y operaba en estrecha colaboración con los israelíes.
Un asesor cercano a Trump comentó: “Si Jim Baker estuviera haciendo un trato paralelo con los sauditas para socavar a George H.W. Bush, estarías despedido. No puedes hacer eso. Trabajas para el presidente de tu país, no para el presidente de otro país”.