El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha expresado su satisfacción por los «importantes pasos» logrados durante las recientes negociaciones de paz con Estados Unidos en Ginebra. No obstante, advirtió que el «principal problema» persiste: la demanda del presidente ruso, Vladimir Putin, de un reconocimiento legal de los territorios ocupados por Rusia en el este de Ucrania.
Durante la reunión celebrada el domingo en Suiza, funcionarios estadounidenses y ucranianos discutieron posibles soluciones para poner fin a la guerra con Rusia. Según informaron ambos lados, se logró cierto «progreso» y existe la intención de continuar trabajando en este sentido.
Desafíos en las negociaciones
A pesar de las afirmaciones sobre avances, no se han revelado detalles concretos sobre cómo abordar la considerable brecha existente entre Moscú y Kyiv respecto a las cuestiones territoriales y las garantías de seguridad para Ucrania. Se anticipa que Zelensky y el presidente estadounidense Donald Trump se reunirán para tratar los puntos más controvertidos; sin embargo, aún no se ha establecido un calendario para dicho encuentro.
La cuestión de la integridad territorial es un punto clave de divergencia entre Rusia y Ucrania. Zelensky ha reiterado que Moscú no debe ser recompensado por su agresión con tierras que fueron ocupadas por la fuerza, argumentando que tal acción sentaría un precedente peligroso.
Reacciones tras las conversaciones
Al concluir las negociaciones en Ginebra, Trump sugirió a través de redes sociales que «algo bueno podría estar sucediendo», aunque con la advertencia: «No lo crean hasta que lo vean». Por su parte, los representantes rusos no participaron en la reunión y el Kremlin declaró no haber recibido información sobre los resultados de las discusiones. El portavoz Dmitri Peskov indicó que Moscú estaba al tanto de que se habían realizado «ajustes» al plan inicialmente bien recibido por Putin.
Esa propuesta de paz, compuesta por 28 puntos y elaborada por funcionarios estadounidenses y rusos en octubre, fue presentada a Ucrania la semana pasada. Varios elementos del documento parecían alinearse con las demandas históricas de Moscú, lo cual generó preocupación en Kyiv y entre sus aliados europeos.
Urgencia en el proceso diplomático
Las declaraciones de Trump sugiriendo que Ucrania tenía hasta el jueves para aceptar el acuerdo o enfrentarse a recortes significativos en el apoyo estadounidense contribuyeron a crear una sensación de urgencia en Europa. Como resultado, se convocaron rápidamente conversaciones entre funcionarios ucranianos y estadounidenses.
A última hora del domingo, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio afirmó que se había logrado un «tremendo» avance durante las negociaciones. «Creo sinceramente que llegaremos a un acuerdo», expresó.
Cautela entre líderes europeos
No obstante, algunos líderes europeos han adoptado una postura más cautelosa. El primer ministro polaco Donald Tusk manifestó sus dudas sobre si realmente se está acercando una solución pacífica. Por su parte, el canciller alemán Friedrich Merz advirtió que las discusiones serían un «proceso largo» y no esperaba avances significativos esta semana.
La semana pasada dejó a muchos europeos tratando de conseguir un lugar en la mesa después de haberse visto sorprendidos por la presentación del plan de paz estadounidense. Una contrapropuesta —presuntamente elaborada por Gran Bretaña, Francia y Alemania— excluyó cualquier reconocimiento de las regiones controladas por Rusia, incrementó el tamaño permitido del ejército ucraniano y mantuvo abierta la posibilidad de que Ucrania se uniera a la OTAN.
Demandas rusas y futuro incierto
Rubio afirmó no estar al tanto del plan alternativo mientras que el asesor político del Kremlin Yuri Ushakov lo descalificó como «completamente poco constructivo». Desde el inicio de su invasión a gran escala en 2022, Rusia ha exigido la retirada total de Ucrania del este de Donbas.
Tanto Kyiv como sus socios europeos son reacios a aceptar cualquier acuerdo que comprometa los principios de integridad territorial y soberanía. Zelensky ha advertido repetidamente que ceder Donbas dejaría a Ucrania vulnerable ante futuros ataques rusos.
Otra exigencia clave por parte de Rusia es garantizar que Ucrania nunca forme parte de la OTAN. Sin embargo, Kyiv considera que ser miembro del bloque es fundamental para protegerse contra ataques futuros; esta aspiración está consagrada en la constitución ucraniana.
Pendientes nuevos pasos diplomáticos
A pesar del frenético ritmo diplomático experimentado la semana pasada, los próximos pasos en este proceso siguen siendo inciertos. Se espera que Zelensky hable pronto personalmente con Trump, tras lo cual se presentará eventualmente un nuevo borrador del plan de paz a Moscú. El Kremlin ha indicado que no hay planes para una reunión esta semana entre negociadores rusos y estadounidenses.
El primer ministro británico Sir Keir Starmer subrayó que aún queda trabajo por hacer para lograr una «paz justa y duradera» en Ucrania. Además, anunció una reunión virtual denominada «coalición de los dispuestos» programada para este martes con el fin de discutir los últimos desarrollos relacionados con este conflicto.