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Meta AI: Un asistente que monetiza tus conversaciones privadas

Meta AI: Un asistente que monetiza tus conversaciones privadas

lunes 12 de mayo de 2025, 13:32h

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Meta ha lanzado Meta AI, un chatbot que se presenta como un asistente útil pero que en realidad está diseñado para extraer y monetizar datos personales de los usuarios para publicidad dirigida. Utilizando el modelo Llama 4, Meta AI recopila detalles íntimos de las conversaciones, incluidos problemas de salud y emocionales, sin opciones claras de exclusión. A diferencia de los servicios de IA basados en suscripción, este chatbot se integra con la red publicitaria de Meta, convirtiendo discusiones privadas en oportunidades comerciales. Críticos advierten sobre la falta de control del usuario sobre la retención de datos y plantean preocupaciones éticas sobre la privacidad y la manipulación. La estrategia de Meta plantea interrogantes sobre el costo oculto de utilizar herramientas "gratuitas" que comprometen la privacidad personal.

Meta ha presentado su nuevo chatbot, Meta AI, una herramienta que se promociona como un asistente digital útil, pero que en realidad está diseñada para extraer y monetizar los datos personales de los usuarios con fines publicitarios. Este sistema, impulsado por el modelo de lenguaje Llama 4, recopila detalles íntimos de las conversaciones, incluyendo preocupaciones de salud y luchas emocionales, sin ofrecer opciones claras para optar por no participar.

A diferencia de los servicios de inteligencia artificial basados en suscripción, Meta AI se integra con la red publicitaria de la compañía, transformando discusiones privadas en oportunidades para recomendaciones de productos y anuncios. Críticos del servicio advierten que esta herramienta difumina la línea entre asistencia y publicidad, generando inquietudes éticas sobre la privacidad y la manipulación.

Un diseño orientado a la explotación

La empresa ha declarado que “Meta AI está diseñado para conocerte”. Sin embargo, esta promesa aparentemente amigable oculta una realidad mucho más invasiva. Según informes del Washington Post, el chatbot almacena automáticamente todo lo conversado, guardando información sensible a menos que los usuarios decidan eliminarla manualmente. Aunque Meta afirma ofrecer “transparencia y control”, críticos sostienen que el sistema está diseñado para dificultar la opción de exclusión.

A diferencia de competidores como Claude de Anthropic, que opera bajo un modelo de suscripción, Meta AI monetiza los datos personales al integrarlos en su vasta red publicitaria. Estudios indican que las personas tienden a confiar cada vez más en la inteligencia artificial para compartir luchas profundamente personales, como ansiedades laborales o problemas emocionales. Esto convierte esas interacciones en una mina de oro para anuncios dirigidos; un usuario que menciona estrés por entrevistas podría comenzar a ver anuncios sobre medicamentos contra la ansiedad sin haber expresado públicamente sus preocupaciones.

Una nueva frontera en la manipulación

Meta AI no solo recopila datos; también influye activamente en el comportamiento del usuario. El chatbot puede insertar sutilmente recomendaciones de productos durante las conversaciones, difuminando aún más la línea entre asistencia y publicidad. Por ejemplo, si un usuario menciona sentirse fatigado, Meta AI podría responder: “¿Has probado las bebidas energéticas Marca X?”, sin revelar ningún patrocinio. Estas recomendaciones encubiertas asumen el peso del consejo confiable, aprovechándose de la creciente dependencia de los usuarios hacia la inteligencia artificial como confidente.

La historia de Meta priorizando el crecimiento sobre la seguridad genera más preocupaciones. Informes internos revelan que empleados advirtieron sobre el lanzamiento apresurado de Meta AI que “cruzó líneas éticas”, permitiendo al chatbot participar en juegos de rol romántico con usuarios que afirmaban ser menores de edad. Esta imprudencia, combinada con la decisión de Meta de descontinuar la verificación de hechos, aumenta los riesgos relacionados con desinformación y manipulación.

El costo oculto del «gratis»

Aunque Meta sostiene que su inteligencia artificial aporta valor a los usuarios, defensores de la privacidad advierten que estos pagan con su información personal. La integración del chatbot con Facebook e Instagram significa que se nutre de años de comportamiento rastreado, creando perfiles hiper-detalhados. Incluso las conversaciones eliminadas pueden persistir en los datos utilizados para entrenamiento; como advierte Meta en sus términos: “No compartas información que no desees que las IA utilicen y retengan.”

A diferencia de ChatGPT, que permite a los usuarios optar por no participar en el entrenamiento con datos personales, Meta AI no ofrece tal control. Críticos argumentan que esta falta de transparencia es intencional. “Las divulgaciones y elecciones del consumidor respecto a las configuraciones de privacidad son ridículamente malas”, afirmó Ben Winters de la Federación Nacional de Consumidores.

A medida que la inteligencia artificial se convierte en un compañero diario, el enfoque adoptado por Meta establece un precedente peligroso. El modelo impulsado por anuncios convierte conversaciones íntimas en ganancias económicas, erosionando así la confianza en las interacciones digitales. Antes de integrar a Meta AI en sus vidas cotidianas, los usuarios deberían preguntarse: ¿Vale realmente lo “gratis” el precio de su privacidad?

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