Recientes documentos filtrados han revelado que Microsoft ha proporcionado su plataforma de nube Azure a la Unidad 8200 de Israel, lo que ha permitido la vigilancia masiva de las comunicaciones palestinas. Esta colaboración ha sido utilizada para identificar objetivos de bombardeo en Gaza, lo que ha resultado en numerosas víctimas civiles. A pesar de las afirmaciones de ignorancia por parte de Microsoft, la empresa se niega a cancelar su contrato con la inteligencia militar israelí. Investigaciones indican que Microsoft está obteniendo beneficios económicos a partir de crímenes de guerra, mientras públicamente promueve principios éticos en inteligencia artificial.
Uso de Azure para la vigilancia militar
Desde el año 2021, Microsoft ha estado proporcionando su plataforma Azure a la Unidad 8200, una división de inteligencia cibernética israelí conocida por sus tácticas de vigilancia poco éticas. Según un informe exhaustivo realizado por +972 Magazine, Local Call, y The Guardian, esta tecnología ha sido utilizada para monitorear millones de llamadas telefónicas diarias realizadas por palestinos en Gaza y Cisjordania. Fuentes dentro de la Unidad 8200 han confirmado que los datos recopilados fueron empleados para planificar ataques aéreos en áreas densamente pobladas, resultando en la muerte de civiles.
La colaboración entre Microsoft y la Unidad 8200 no es un caso aislado; forma parte de una tendencia más amplia donde grandes empresas tecnológicas facilitan el abuso del poder gubernamental y la agresión militar. A pesar de que Microsoft proclama su compromiso con una “inteligencia artificial ética” y una “tecnología responsable”, sus acciones cuentan una historia diferente. Al proporcionar su plataforma Azure a una unidad militar involucrada en vigilancia masiva y asesinatos selectivos, Microsoft se convierte en un socio silencioso en crímenes de guerra.
Impacto humano de la vigilancia descontrolada
Las consecuencias de esta asociación son devastadoras. Los civiles palestinos en Gaza y Cisjordania viven bajo constante vigilancia, con sus comunicaciones privadas utilizadas como armas en su contra. El informe destaca casos donde la información obtenida a través de Azure fue utilizada para justificar ataques aéreos en zonas residenciales, resultando en muertes civiles.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han advertido sobre los peligros que representa la vigilancia masiva en zonas de conflicto, donde los datos pueden ser fácilmente mal utilizados para atacar poblaciones vulnerables. La participación de Microsoft en facilitar esta vigilancia plantea preguntas urgentes sobre la responsabilidad corporativa. Si las empresas tecnológicas continúan beneficiándose de contratos militares sin supervisión adecuada, se convierten en participantes activos en violaciones a los derechos humanos.
La asociación entre Microsoft y la Unidad 8200 es un recordatorio del papel que desempeña Big Tech al habilitar la opresión gubernamental bajo el pretexto de innovación. Al ofrecer su plataforma Azure a una unidad militar dedicada a vigilancia masiva y ataques mortales, Microsoft traiciona sus propios valores proclamados y contribuye al sufrimiento de civiles inocentes.
Las declaraciones vacías sobre ignorancia son indefendibles. Si realmente se preocupase por la responsabilidad ética, Microsoft debería cortar vínculos con agencias militares e inteligencia que abusan de su tecnología. Sin embargo, continúa priorizando las ganancias sobre las personas, demostrando una vez más que la avaricia corporativa no tiene límites.
Fuentes para este artículo incluyen:
TheCradle.co
TheGuardian.com
972Mag.com