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EE.UU. intensifica producción de misiles ante temores de guerra mundial
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EE.UU. intensifica producción de misiles ante temores de guerra mundial

lunes 06 de octubre de 2025, 14:15h

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El aumento de la producción de misiles por parte de la administración Trump ha intensificado los temores de una posible Tercera Guerra Mundial. La expansión del arsenal militar estadounidense responde a las crecientes tensiones con China y a la disminución de suministros debido al apoyo a Ucrania. El Pentágono ha ordenado un incremento masivo en la fabricación de misiles defensivos y ofensivos, preparándose para un conflicto potencial, especialmente en el contexto de una posible invasión china a Taiwán. Además, Estados Unidos ha cambiado su política al proporcionar inteligencia a Ucrania para atacar objetivos en Rusia, lo que aumenta el riesgo de un choque directo entre NATO y Rusia. Esta combinación de acciones crea un clima de inestabilidad global y preocupación por un enfrentamiento militar a gran escala.

La expansión del arsenal de misiles de Estados Unidos ha cobrado un impulso acelerado, impulsada por el temor a un conflicto bélico con China y la notable disminución de sus reservas de armamento tras el apoyo brindado a Ucrania. Esta situación ha acercado al mundo a la posibilidad de un conflicto mayor.

El Pentágono ha ordenado un incremento significativo en la producción de misiles tanto defensivos como ofensivos, lo que indica una preparación para una guerra de gran escala e intensidad, especialmente ante la eventualidad de una invasión china a Taiwán.

Preparativos militares y tensiones globales

Este aumento en las capacidades militares se produce en un contexto donde Estados Unidos adopta una postura más provocativa en Ucrania, proporcionando inteligencia que permite a las fuerzas ucranianas llevar a cabo ataques profundos dentro del territorio ruso, apuntando a objetivos energéticos críticos para debilitar su economía.

Dicha política representa una escalada significativa que incrementa considerablemente el riesgo de un choque militar directo entre la OTAN y Rusia, país que posee armas nucleares. La combinación de preparativos para un enfrentamiento con China y el aumento del involucramiento en el conflicto ruso-ucraniano genera una «tormenta perfecta» de inestabilidad global, suscitando preocupaciones alarmantes sobre la posibilidad de una tercera guerra mundial.

Un ambiente palpable de inquietud se ha apoderado de los círculos de seguridad internacional. La administración Trump está llevando a cabo una expansión masiva y rápida del arsenal misilístico estadounidense. Este agresivo acopio de armamento avanzado es impulsado por dos factores convergentes: el creciente temor del Pentágono ante un futuro conflicto con China y la grave reducción de municiones estadounidenses debido al prolongado conflicto en Ucrania.

Desarrollo del arsenal militar

Informes indican que el Departamento de Guerra ha emitido una solicitud urgente a los fabricantes de armamento, exigiendo que dupliquen o incluso cuadrupliquen la producción de aproximadamente una docena de misiles críticos. Este pedido sin precedentes incluye sistemas defensivos como los interceptores Patriot y Terminal High Altitude Area Defense (THAAD), diseñados para neutralizar amenazas entrantes, así como un conjunto aterrador de armas ofensivas como el Standard Missile-6 y los Misiles Antibuque de Largo Alcance.

Los planes militares están orientados hacia un enfrentamiento en el Pacífico. Por ejemplo, el Misil Antibuque de Largo Alcance (LRASM), con su cabeza explosiva de 1,000 libras y diseño sigiloso, está destinado a hundir la vasta flota naval china. Mientras tanto, el Misil Precision Strike permitirá al Ejército atacar objetivos clave desde 300 millas de distancia.

No obstante, esta preparación para una guerra futura se complica por las exigencias del conflicto actual. El apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Ucrania ha agotado peligrosamente sus reservas de municiones. Años suministrando proyectiles, cohetes y misiles han dejado los almacenes más vacíos que nunca en décadas.

Cambio en la política estadounidense

La nueva iniciativa productiva está respaldada por una asignación de $25 mil millones proveniente del recientemente firmado «Gran Proyecto», buscando reabastecer estos stocks agotados mientras se construye una nueva reserva para un posible conflicto en el Pacífico. El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, confirmó que la administración está explorando «vías extraordinarias» para acelerar esta expansión militar.

Sin embargo, esta frenética carrera armamentista no ocurre en aislamiento. Coincide con una serie de escaladas peligrosas en la guerra en Ucrania que aumentan directamente el riesgo de un choque entre la OTAN y Rusia.

A través de un cambio político significativo y provocativo, Estados Unidos ha prometido ahora proporcionar inteligencia sobre objetivos energéticos a larga distancia dentro de Rusia. Esta información se centrará en infraestructuras críticas como refinerías petroleras y plantas energéticas, permitiendo así que las fuerzas ucranianas realicen ataques más profundos dentro del territorio ruso con el objetivo explícito de debilitar los ingresos y suministros energéticos del Kremlin.

Implicaciones globales

Esta decisión marca un cruce importante respecto a líneas previamente establecidas. Anteriormente, el apoyo occidental estaba cuidadosamente calibrado para evitar facilitar ataques dentro del territorio ruso por temor a provocar una escalada incontrolable.

Al facilitar ahora estos ataques, Estados Unidos desafía directamente a Moscú y asume el riesgo calculado que implica dañar económicamente a Rusia sin considerar las posibles represalias. Esta estrategia se alinea con la retórica endurecida reciente contra Moscú por parte del presidente Trump y sus esfuerzos por presionar a naciones europeas para que cesen la compra de petróleo ruso.

La combinación actual crea un escenario perfecto para la inestabilidad global. Por un lado, Estados Unidos se prepara abiertamente para una guerra con China; por otro lado, intensifica su participación en la guerra ucraniana al permitir ataques sobre suelo ruso, lo cual representa un desafío adicional frente a otro adversario nuclear. La rápida producción misilística es señal clara del convencimiento militar estadounidense sobre la necesidad imperiosa de estar listos para combatir simultáneamente en múltiples frentes, lo cual podría resultar catastrófico para todo el planeta.

A medida que contratistas defensivos como Lockheed Martin y Raytheon se apresuran a contratar personal y expandir fábricas, el mundo observa con preocupación. La lógica implacable detrás de esta preparación militar sugiere que cuando las naciones acumulan arsenales tan grandes contra enemigos específicos, se estrecha el camino hacia la paz mientras los tambores hacia una posible Tercera Guerra Mundial resuenan cada vez más fuerte.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
$25 mil millones Asignación para la nueva producción de misiles y reabastecimiento de arsenales.
300 millas Rango de alcance del Precision Strike Missile para atacar objetivos clave.
1,000 libras Peso de la cabeza explosiva del Long-Range Anti-Ship Missile (LRASM).
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