El Departamento de Defensa de Estados Unidos está instando a los contratistas de defensa a aumentar la producción de misiles, con el objetivo de duplicar o incluso cuadruplicar su capacidad. Esta medida responde a la preocupante disminución de las reservas y al temor de un conflicto militar con China en torno a Taiwán. Para abordar esta situación, se ha creado un Consejo de Aceleración de Municiones, que busca agilizar la producción, mientras altos funcionarios ejercen presión directa sobre los ejecutivos del sector.
La asistencia militar masiva a Ucrania, que asciende a 66.9 mil millones de dólares desde 2022, junto con el reciente conflicto entre Israel e Irán, han agotado las reservas de misiles estadounidenses. Simulaciones bélicas indican que las existencias podrían agotarse en cuestión de semanas en caso de un conflicto a gran escala con China.
Prioridades en armamento
Entre los sistemas de armas prioritarios se encuentran los interceptores Patriot, misiles LRASM, SM-6, PrSM y JASSM, todos ellos enfrentando una creciente demanda. Sin embargo, los contratistas advierten que los retrasos en la producción —que pueden alcanzar hasta dos años por misil— y los cuellos de botella en la cadena de suministro (como microchips y sistemas de guía) complican la rápida expansión necesaria.
A pesar del presupuesto asignado por el expresidente Trump bajo la ley «One, Big, Beautiful Bill Act», que destina 25 mil millones de dólares, se estima que se requieren decenas de miles de millones adicionales para satisfacer las demandas actuales. Empresas como Lockheed Martin y RTX exigen contratos gubernamentales a largo plazo antes de realizar inversiones significativas.
Desafíos en la industria
La rápida acumulación de misiles por parte de China representa una amenaza para las bases y portaaviones estadounidenses en el Pacífico, lo que ha llevado a una movilización industrial comparable a la Guerra Fría. La producción apresurada puede acarrear sobrecostos y fallas en la calidad, lo que podría dejar a Estados Unidos sin preparación ante un conflicto mayor.
El secretario de Defensa Pete Hegseth y el presidente del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, han mantenido reuniones urgentes con líderes del sector para acelerar la fabricación de armamento ante la crítica escasez actual. Este esfuerzo es considerado fundamental para mantener una disuasión creíble frente a posibles agresiones chinas.
Implicaciones estratégicas
Según analistas militares, el crecimiento acelerado del arsenal chino está impulsado por una ambición estratégica para dominar el Mar del Sur de China y proyectar poder más allá del Pacífico. Esto incluye la construcción de islas artificiales y el despliegue de activos militares avanzados, lo cual desafía directamente la hegemonía estadounidense en la región.
A medida que aumentan las tensiones con China, el Pentágono apuesta por una movilización industrial sin precedentes para mantener su superioridad militar. Sin embargo, las brechas financieras y los problemas logísticos plantean serios desafíos para lograr estos objetivos ambiciosos.
En resumen, Washington ha dejado claro que es imperativo producir más misiles con mayor rapidez para evitar riesgos significativos ante un posible conflicto futuro.
La noticia en cifras
Descripción |
Cifra |
Ayuda militar a Ucrania desde 2022 |
$66.9 mil millones |
Tiempo de ensamblaje por misil |
Hasta 2 años |
Presupuesto asignado bajo la administración Trump para municiones (5 años) |
$25 mil millones |