La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha otorgado su aprobación al salmón cultivado en laboratorio de la empresa Wildtype, basándose exclusivamente en datos de seguridad proporcionados por la misma compañía. Este producto se encuentra actualmente disponible en un restaurante de Portland, con planes de expansión a cuatro ubicaciones adicionales para el año 2025. Sin embargo, críticos del proceso, incluidos defensores de la seguridad alimentaria, han acusado a la FDA de no realizar evaluaciones independientes sobre la seguridad del producto, confiando en las pruebas lideradas por el fabricante.
Controversias en torno a la aprobación
El salmón cultivado enfrenta una serie de desafíos regulatorios, así como una disminución en la confianza de los inversores y escepticismo respecto a su escalabilidad y beneficios ambientales. El proceso utilizado por Wildtype implica el crecimiento de células de pescado en grandes recipientes de acero, utilizando nutrientes patentados; sin embargo, los detalles sobre estos ingredientes siguen siendo desconocidos.
El 10 de junio, la FDA autorizó a Wildtype Foods, una startup con sede en San Francisco, a comercializar su salmón cultivado en laboratorio. Esta decisión marca un hito al ser el primer marisco cultivado aprobado por la FDA para venta comercial. Con esta autorización, Wildtype podrá expandir sus operaciones más allá del restaurante Kann en Portland, que ha estado sirviendo este salmón desde la primavera de 2025. Presentado como una alternativa sostenible al pescado capturado o criado convencionalmente, la aprobación del salmón cultivado ha reavivado debates sobre la adecuación regulatoria, así como sobre la responsabilidad corporativa y las implicaciones para la salud asociadas a los nuevos alimentos biotecnológicos.
Desafíos regulatorios y críticas
La aprobación de Wildtype se produce tras años de esfuerzos por parte de empresas biotecnológicas para comercializar lo que se conoce como "carne cultivada". Desde 2016, compañías como Upside Foods (que produce pollo cultivado) y Mission Barns (que produce grasa de cerdo cultivada) han obtenido permisos regulatorios condicionales. No obstante, el proceso consultivo previo al mercado voluntario aplicado por la FDA a Wildtype —calificado como un "terreno intermedio" entre una supervisión completa y una autoaprobación— ha sido criticado por su laxitud. A diferencia de los productos derivados de animales terrestres que requieren coordinación entre la FDA y el USDA, los mariscos están completamente bajo la jurisdicción de la FDA, lo que genera estándares inconsistentes.
Críticos como Jaydee Hanson del Centro para la Seguridad Alimentaria califican esta aprobación como "escandalosa", dado que se basa únicamente en datos de seguridad presentados por el fabricante. Hanson lamentó: "Este producto fue aprobado utilizando protocolos destinados a pruebas farmacéuticas, no mediante una revisión rigurosa para nuevos alimentos."
Afirmaciones sobre seguridad y transparencia
El salmón producido por Wildtype se cultiva a partir de células del salmón coho salvaje en recipientes estériles, utilizando andamiajes vegetales y mezclas nutritivas para imitar sabor y textura. La compañía asegura que su producto es "tan seguro como el salmón convencional", citando pruebas internas. Sin embargo, la decisión de la FDA se fundamentó únicamente en la auto-certificación realizada por Wildtype bajo la exención GRAS (Generalmente Reconocido como Seguro), una normativa establecida hace décadas para ingredientes estándar como la sal y no para biotecnologías avanzadas.
Aún persisten preocupaciones clave sobre aditivos como factores de crecimiento, específicamente el factor 2 del fibroblasto (FGF2), asociado con riesgos tumorales según menciona la FDA. Aunque Wildtype afirma que FGF2 es eliminado durante el proceso productivo, críticos como Hanson exigen un escrutinio más estricto: "¿Cómo sabemos que no hay residuos? No lo sabemos." La falta de transparencia sobre los nutrientes patentados y posibles residuos químicos también continúa siendo un tema opaco.
Financiamiento y obstáculos legislativos
A pesar del entusiasmo inicial por parte de los inversores, el sector de carne cultivada enfrenta una drástica reducción en financiamiento. Tras captar $3 mil millones entre 2016 y 2022, las inversiones cayeron un 75% en 2023. Incluso empresas importantes como Eat Just, conocida por sus huevos basados en plantas, enfrentan dudas sobre su capacidad para escalar producción.
Las barreras legislativas agravan los desafíos: estados como Florida y Alabama han prohibido la carne cultivada bajo argumentos culturales que consideran contrarios a lo "natural". Mientras tanto, Wildtype lucha por aumentar su producción más allá del limitado suministro semanal del salmón "saku" servido en Kann, dependiendo de asociaciones con chefs para estimular el interés del consumidor.
Sostenibilidad cuestionada
Wildtype promociona su producto como sostenible; sin embargo, estudios revisados por pares ponen en tela de juicio esta narrativa. Un análisis realizado por la Universidad de California en Davis reveló que el uso energético del cultivo celular puede ser entre cuatro y veinticinco veces mayor que el requerido para producir carne bovina debido a los costos asociados con los biorreactores. Críticos también señalan compensaciones ecológicas significativas relacionadas con emisiones de carbono provenientes del uso único de biorreactores y desechos sintéticos.
"Etiquetar esto como 'sostenible' es engañoso", afirma Alice Rolland, ecóloga marina en Stanford. "Estamos intercambiando sobrepesca por contaminación derivada de tecnologías no probadas."
Un punto crítico para la transparencia alimentaria
La aprobación emitida por la FDA representa un momento decisivo en la era tecnológica alimentaria. Mientras empresas como Wildtype continúan empujando límites innovadores, surgen riesgos sistémicos: las pruebas autogestionadas por las corporaciones, así como la falta de transparencia respecto a aditivos generan señales alarmantes sobre fallos regulatorios urgentes. A medida que la carne cultivada llega a las estanterías, defensores abogan por una supervisión rigurosa frente a las ciencias impulsadas por intereses corporativos. “El trabajo de la FDA es garantizar la seguridad pública; no actuar como capitalista aventurero”, sostiene Hanson. “Hasta que eso ocurra, este salmón es una distopía disfrazada de progreso.”
Fuentes utilizadas para este artículo:
ChildrensHealthDefense.org
NYPost.com
TheVerge.com
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
2025 |
Año en que Wildtype planea expandir su producto a cuatro más restaurantes. |
$3 mil millones |
Fondos atraídos por el sector de carne cultivada entre 2016 y 2022. |
75% |
Reducción del financiamiento en el sector de carne cultivada en 2023. |
4–25 veces |
Aumento del uso de energía del carne cultivada en comparación con la carne de res, según un análisis de la Universidad de California, Davis. |