Los escáneres de tomografía computarizada (TC) podrían estar vinculados a un 5% de los futuros casos de cáncer en Estados Unidos, con proyecciones que indican que aproximadamente 103,000 nuevos casos podrían surgir únicamente a partir de los escaneos realizados en 2023. Este alarmante hallazgo ha sido objeto de estudio por expertos que advierten sobre la sobreutilización de esta tecnología y sus implicaciones para la salud pública.
Un solo escáner abdominal emite una dosis de radiación equivalente a la de 1,000 radiografías de tórax, lo que representa un riesgo significativamente mayor para los niños, quienes enfrentan hasta diez veces más probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con los adultos. Los especialistas han expresado su preocupación por el uso excesivo motivado por intereses económicos, ya que se realizan anualmente alrededor de 93 millones de escaneos, muchos de los cuales ofrecen escasos beneficios médicos.
Riesgos y estadísticas preocupantes
A medida que millones de estadounidenses se someten a estos procedimientos cada año confiando en su capacidad para diagnosticar lesiones o enfermedades, investigaciones recientes revelan un lado oscuro en esta práctica común. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine señala que los escáneres TC están comenzando a rivalizar con el consumo de alcohol y la obesidad como uno de los principales factores prevenibles del cáncer.
La investigación destaca que las dosis de radiación pueden variar considerablemente entre diferentes máquinas. Por ejemplo, una TC abdominal puede emitir radiación equivalente a 1,000 radiografías torácicas, mientras que una TC cerebral en un niño podría tener un riesgo cancerígeno diez veces mayor que el mismo procedimiento realizado en un adulto. La doctora Rebecca Smith-Bindman, radióloga en UC San Francisco, enfatiza: «Es inconcebible. Continuamos realizando más y más TC y las dosis siguen aumentando». Su estudio revela que las dosis para exámenes idénticos pueden diferir hasta diez veces entre hospitales debido a la falta de controles estandarizados.
Intereses económicos frente a la salud pública
Con un incremento del 30% desde 2007 en el número anual de escáneres TC realizados en Estados Unidos, críticos del sistema sanitario acusan a los proveedores de priorizar el lucro sobre la seguridad del paciente. Cada escáner tiene un costo que puede alcanzar hasta $6,800, lo cual crea un incentivo financiero significativo para su uso excesivo. El doctor David Johnson, gastroenterólogo en Eastern Virginia Medical School, exhorta a sus colegas a «pausar la ordenación de escáneres TC solo porque son fáciles y convenientes».
La situación recuerda otras controversias médicas donde se han prescrito tratamientos sin considerar adecuadamente sus riesgos. Al igual que con las vacunas contra COVID-19 y los estatinas, los escáneres TC son frecuentemente utilizados como herramienta diagnóstica por defecto.
Cuidado especial para los más jóvenes
Los bebés expuestos a escáneres TC enfrentan el mayor riesgo vital de desarrollar cáncer, especialmente tipos como el cáncer tiroideo, pulmonar y mamario. Sin embargo, rara vez se informa a los padres sobre estos peligros a largo plazo. La doctora Malini Mahendra, pediatra en UCSF, admite: «Pocos pacientes y sus familias reciben información sobre el riesgo». Se estima que 9,700 futuros casos de cáncer podrían surgir entre los niños sometidos a estas pruebas en 2023.
A pesar del reconocimiento tardío por parte del sistema sanitario estadounidense sobre estos riesgos —como lo evidencian las nuevas regulaciones Medicare que exigirán reportar las dosis de radiación para 2027— críticos sostienen que se requiere un cambio real hacia enfoques más preventivos.
Recomendaciones para pacientes
Si su médico le recomienda un escáner TC, es fundamental asegurarse de su necesidad. Aunque estas pruebas son justificadas en ciertos casos, hay varios aspectos importantes a considerar.
Primero, cuestione cada escaneo. Pregunte: «¿Es esto absolutamente necesario? ¿Existen alternativas libres de radiación como resonancias magnéticas o ultrasonidos?» En algunos casos es posible optar por herramientas diagnósticas con menor riesgo. Evite la «medicina defensiva», ya que hasta el 90% de los escaneos no aportan valor médico significativo según estudios recientes. Consulte con su médico si los beneficios superan los riesgos asociados.
Tenga especial precaución cuando se trate de niños. Exija protocolos con dosis reducidas o alternativas sin radiación para estos pacientes jóvenes debido a su mayor vulnerabilidad.
Aunque los escáneres TC pueden salvar vidas cuando se utilizan adecuadamente, su uso desenfrenado —impulsado por intereses económicos y temores legales— ha generado una epidemia silenciosa. Como advierte la doctora Smith-Bindman: «Estos futuros casos de cáncer pueden reducirse evitando escaneos innecesarios». Hasta que el sistema sanitario priorice la prevención sobre el lucro, es crucial que los pacientes estén informados y actúen cuando sea necesario.
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Fuentes utilizadas:
DailyMail.co.uk
ICR.ac.uk
UCSF.edu
ScienceAlert.com
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
5% |
Porcentaje de futuros casos de cáncer en EE.UU. atribuibles a escáneres CT. |
103,000 |
Número proyectado de cánceres derivados de escáneres CT realizados en 2023. |
1,000 |
Radiación equivalente a la que recibe un escáner abdominal en comparación con los rayos X de tórax. |
10 veces |
Aumento del riesgo de cáncer para niños en comparación con adultos al recibir un escáner CT. |
93 millones |
Número total de escáneres CT realizados anualmente en EE.UU. |