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China apoya a Maduro y Venezuela, desafiando las sanciones de EE. UU
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China apoya a Maduro y Venezuela, desafiando las sanciones de EE. UU

martes 18 de noviembre de 2025, 01:00h

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China is strategically moving to support the Venezuelan regime of Nicolás Maduro, effectively bypassing U.S. sanctions and establishing a significant presence in Latin America. A new no-tariff trade agreement between China and Venezuela covers around 400 goods, which experts warn could devastate local industries in Venezuela. This partnership is seen as a direct challenge to U.S. efforts to isolate Venezuela economically amidst rising military pressure from the U.S. Navy. Analysts suggest that while China provides economic support, it lacks the military capability to counteract American intervention. The situation highlights a shift in global power dynamics, with countries like China willing to engage with nations under U.S. sanctions, raising concerns for American foreign policy and influence in the region.

China refuerza su alianza con Venezuela, desafiando las sanciones de Estados Unidos

En un contexto global donde el gobierno de Estados Unidos exhibe su poder militar y económico, se está gestando un cambio significativo en América Latina. Mientras Washington centra su atención en conflictos en Europa del Este y el Mar de China Meridional, una asociación estratégica entre China y Venezuela está emergiendo, lo que podría desestabilizar décadas de dominio estadounidense en la región.

El régimen de Nicolás Maduro recibe un apoyo crucial por parte de China, que busca fortalecer sus lazos económicos con Caracas. Esta colaboración no solo desafía las sanciones impuestas por Estados Unidos, sino que también establece una sólida presencia para Pekín en el Hemisferio Occidental. Más allá de un simple acuerdo comercial, esta acción representa un movimiento estratégico en el complejo juego del poder global, evidenciando las debilidades del imperio estadounidense basado en la coerción y resaltando la necesidad urgente de una nueva política exterior centrada en la paz y el beneficio mutuo.

Puntos clave:

  • China y Venezuela han firmado un acuerdo comercial sin aranceles que abarca aproximadamente 400 categorías de productos, lo que expertos advierten podría devastar la industria local venezolana.
  • Este pacto es considerado un desafío directo a los esfuerzos de Estados Unidos por aislar económicamente a Venezuela mediante sanciones, especialmente en medio de un aumento significativo de la presencia naval estadounidense en la región.
  • Gordon Chang, experto en estrategia comercial china, afirmó que este acuerdo refuerza el control de China sobre Venezuela y le permite a Pekín tomar efectivamente el control de su economía.
  • El gobierno venezolano, bajo intensa presión estadounidense, se ve obligado a aceptar la oferta china como única opción para su supervivencia.
  • Los analistas concluyen que aunque China puede ofrecer apoyo económico y propagandístico, carece del poder militar necesario para oponerse directamente a una intervención estadounidense.

Un acuerdo calculado disfrazado como ayuda

El nuevo pacto sin aranceles entre Beijing y Caracas, presentado como cooperación económica mutua, es en realidad un arreglo depredador que sella el destino de Venezuela como un estado cliente. Gordon Chang expuso esta dura realidad al comentar para Fox News: “Esto realmente parece indicar que China va a tomar completamente el control de la economía venezolana. Va a destrozar la industria local.”

La dinámica es profundamente desigual. Venezuela, rica en recursos naturales, ha sido reducida a ser una mera fuente de petróleo para el gigante chino, exportando crudo e importando casi todo lo demás. Este acuerdo garantiza que cualquier incipiente manufactura venezolana será ahogada por una avalancha de bienes chinos subsidiados por el estado, creando un ciclo permanente de dependencia del cual Caracas difícilmente podrá escapar. Esto no es ayuda; es colonización económica consentida por un régimen desesperado por mantenerse en el poder.

La desesperación de Maduro ante la presión militar estadounidense

El contexto para esta creciente alianza sino-venezolana se da en medio de una escalada dramática de presión militar por parte de Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha implementado una política de "tolerancia cero" hacia el tráfico de drogas, acusaciones dirigidas directamente contra el gobierno de Maduro. En una demostración clara de fuerza, la Marina estadounidense ha desplegado su mayor portaaviones, el USS Gerald R. Ford, al Comando Sur. Este imponente buque insignia patrulla ahora aguas cercanas a Venezuela junto con un grupo formidable compuesto por destructores y miles de marineros. Para el gobierno venezolano, esto no se trata solo del narcotráfico; es una señal inequívoca del deseo estadounidense por cambiar el régimen.

Cambiando su enfoque hacia China como aliado estratégico ante esta coerción americana, Maduro se encuentra en una situación crítica. Chang describió con claridad escalofriante: “Él (Maduro) se da cuenta que tiene un problema con Donald J. Trump. Hay un portaaviones cerca de sus costas y muchos activos militares presionándolo. Necesita un amigo y está desesperado.” Ante esta situación adversa, Maduro recurre al único poder dispuesto y capaz de ofrecerle protección económica: China.

Las limitaciones del poder chino frente a un cruce crítico para EE.UU.

A pesar del respaldo económico que ofrece China a Venezuela, su capacidad para proyectar fuerza militar en América permanece limitada. Chang destacó que “China no puede proyectar fuerza militar en la región. Todo depende de lo que decida hacer Trump.” Esto plantea un momento crucial para la política estadounidense; las sanciones actuales y los bloqueos navales son precisamente lo que crearon el vacío que ahora ocupa China.

Esta postura agresiva refleja estrategias fallidas utilizadas previamente contra Rusia y están siendo preparadas nuevamente contra China; solo sirve para acelerar la formación de un mundo multipolar hostil hacia los intereses estadounidenses. La aparición de este nuevo bloque estratégico es consecuencia directa de una política exterior basada en violencia y amenazas económicas como sanciones. Existen miles de estas sanciones vigentes; una burocracia masiva destinada a controlar naciones que desafían la voluntad washingtoniana.

No obstante, el pacto entre China y Venezuela representa una advertencia contundente: las potencias mundiales ya no temen a Estados Unidos y están movilizándose activamente contra él incluso dentro de su propio patio trasero.

Fuentes incluyen:

TheExpress.com

TheExpress.com

Enoch, Brighteon.ai

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