El Gobierno de la India ha manifestado su oposición al más reciente paquete de sanciones implementado por la Unión Europea contra Rusia. Esta declaración se produce en un contexto donde las medidas adoptadas son vistas como perjudiciales para los intereses energéticos de Nueva Delhi.
Desde el Ministerio de Exteriores indio, se afirmó que India "no se adhiere a ninguna de las sanciones unilaterales" impuestas a Moscú y se considera "un actor responsable" en el ámbito del mercado energético global. El portavoz ministerial, Shri Randhir Jaiswal, destacó la importancia de la seguridad energética, enfatizando que es una responsabilidad fundamental para satisfacer las necesidades básicas de la población.
Rechazo a los dobles estándares
Jaiswal subrayó que "no deben aplicarse dobles estándares", especialmente en lo que respecta al comercio energético. Estas declaraciones llegan tras el anuncio del 18.º paquete de sanciones por parte de la UE, cuyo objetivo es reducir los ingresos del sector petrolero ruso.
Las nuevas medidas incluyen la prohibición de importar productos refinados derivados del crudo ruso, una restricción que también afecta a India, dado que impacta en su segunda refinería privada más grande: Nayara Energy, ubicada en Vadinar, Gujarat. Esta instalación tiene una capacidad para procesar hasta 20 millones de toneladas de crudo al año.
Ajustes en el Kremlin
Nayara Energy es una empresa privada con inversión tanto india como rusa, donde la petrolera estatal rusa Rosneft posee un 49% de participación. Desde el Kremlin se ha recordado que Rusia ya ha aprendido a adaptarse a vivir bajo sanciones y ha desarrollado "cierta inmunidad" ante este tipo de medidas, las cuales considera "ilegales". El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, anunció que el Gobierno evaluará el nuevo paquete de sanciones para "minimizar sus consecuencias".