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USDA niega amnistía a trabajadores agrícolas indocumentados
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USDA niega amnistía a trabajadores agrícolas indocumentados

jueves 17 de julio de 2025, 12:33h

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La Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, ha declarado que no habrá amnistía para los trabajadores agrícolas ilegales, reafirmando el compromiso de la administración con una "fuerza laboral 100% estadounidense". Esta postura se alinea con las políticas migratorias del presidente Trump, pero ha suscitado preocupaciones entre expertos agrícolas y economistas sobre posibles interrupciones en la cadena de suministro de alimentos en EE. UU. Rollins propuso que la movilización de beneficiarios de Medicaid y el aumento de la automatización podrían mitigar la escasez laboral resultante de deportaciones masivas. Sin embargo, muchos expertos son escépticos sobre la viabilidad de estas soluciones, ya que el trabajo agrícola requiere habilidades específicas que la automatización aún no puede reemplazar. La dependencia del trabajo inmigrante es significativa, con aproximadamente el 42% de los trabajadores agrícolas en EE. UU. siendo indocumentados.

La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, ha declarado que no habrá amnistía para los trabajadores agrícolas indocumentados, reafirmando el compromiso de la administración con una «fuerza laboral 100 por ciento estadounidense». Esta postura se alinea con las políticas migratorias más amplias del presidente Donald Trump, aunque expertos en agricultura y economistas han expresado su preocupación por las posibles interrupciones en la cadena de suministro alimentario de Estados Unidos.

Durante una conferencia de prensa con gobernadores republicanos, Rollins sugirió que la movilización de beneficiarios de Medicaid podría compensar la falta de mano de obra tras las deportaciones masivas. Además, mencionó que la automatización podría ayudar a reemplazar el trabajo manual como parte de un esfuerzo para abordar los problemas anticipados en la cadena de suministro alimentario del país.

Preocupaciones sobre el impacto en la agricultura

A pesar de estas propuestas, muchos expertos en agricultura son escépticos. Aunque se han logrado avances significativos en automatización, argumentan que esta tecnología puede no ser suficiente para satisfacer las demandas específicas de la cosecha de frutas y verduras en Estados Unidos. Zippy Duvall, presidente de la Federación Americana de Grupos Agrarios, también ha manifestado su preocupación por cómo la aplicación estricta de las leyes migratorias afectará a granjas y ranchos. Duvall advirtió que la deportación de trabajadores agrícolas indocumentados podría resultar en «precios más altos en los supermercados» para las familias estadounidenses.

Rollins había afirmado previamente que no habría amnistía para los trabajadores agrícolas indocumentados durante una rueda de prensa. A pesar del respaldo a las políticas del presidente Trump, esta declaración ha suscitado inquietudes entre los expertos sobre las repercusiones potenciales para el suministro alimentario del país.

Desafíos ante una posible escasez laboral

El desafío de sustituir a los trabajadores inmigrantes con mano de obra nacional no es nuevo. En 2011, Georgia implementó una estricta ley migratoria que resultó en una escasez superior a 5,200 trabajadores agrícolas, lo que generó pérdidas proyectadas por cientos de millones de dólares. Alabama enfrentó dificultades similares ese mismo año, donde los agricultores locales informaron que los trabajadores estadounidenses solo permanecían un día en sus nuevos puestos.

Estos antecedentes resaltan las dificultades que podría enfrentar la propuesta de Rollins. La deportación masiva de trabajadores agrícolas podría tener consecuencias profundas para el suministro alimentario estadounidense. Según datos del Departamento de Agricultura (USDA), aproximadamente el 42 por ciento de los trabajadores agrícolas en EE.UU. son inmigrantes indocumentados y casi el 70 por ciento son extranjeros nacidos fuera del país.

Impacto económico y tensiones internacionales

Duvall ha expresado su preocupación por cómo la aplicación rigurosa de las leyes migratorias afectará a las granjas y ranchos. “Sin trabajadores agrícolas, las verduras quedarán en los campos, las frutas no serán cosechadas y las vacas no serán ordeñadas”, advirtió Duvall. “El resultado final será un suministro alimentario reducido y precios más altos para todas las familias estadounidenses”.

Además, el enfoque del gobierno sobre limitar las compras agrícolas por parte de «adversarios extranjeros», incluyendo a China, añade otra capa compleja al asunto. Rollins anunció que el USDA terminará acuerdos y contratos con entidades provenientes de estos países y está considerando acciones ejecutivas para recuperar tierras propiedad de empresas chinas, como Syngenta y Smithfield Foods.

Esta decisión ha sido criticada por el Ministerio de Relaciones Exteriores chino como «discriminatoria», argumentando que politiza cuestiones económicas y comerciales y priva a ciertos países del derecho a adquirir tierras e inmuebles en Estados Unidos. Esta tensión internacional complica aún más el panorama agrícola, dado que la inversión extranjera ha desempeñado un papel significativo en el sector agrícola estadounidense.

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La noticia en cifras

Cifra Descripción
42% Porcentaje de trabajadores agrícolas en EE. UU. que son inmigrantes indocumentados.
70% Porcentaje de trabajadores agrícolas que son nacidos en el extranjero.
34 millones Número de adultos capaces en el programa Medicaid que podrían contribuir a la fuerza laboral.
5,200 Número aproximado de trabajadores agrícolas que faltaron en Georgia debido a una estricta ley de inmigración.
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