El Gobierno de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, ha puesto en marcha un plan controvertido que busca incluir un proyecto de construcción de un puente valorado en casi 16.000 millones de dólares dentro de su gasto militar. Esta iniciativa surge tras el acuerdo alcanzado entre los Estados miembros de la OTAN para aumentar su gasto hasta el 5 % del PIB, en respuesta a las presiones ejercidas por Estados Unidos, según informa Politico.
El objetivo es justificar lo que se ha denominado un «proyecto faraónico», que consiste en construir un puente sobre el estrecho de Mesina. Este viaducto, que conectaría la isla de Sicilia con la región italiana de Calabria, se convertiría en el viaducto colgante más largo del mundo. Sin embargo, este proyecto ha sido objeto de controversia durante décadas debido a debates sobre su viabilidad y al elevado costo que implicaría para las finanzas italianas.
Bajo el plan de Rutte
A pesar de haber sido archivado en varias ocasiones desde su aprobación inicial en 2003 por razones técnicas, financieras y ambientales, el actual Gobierno italiano ha decidido reactivar la propuesta. De esta manera, Roma podría cumplir dos objetivos: hacer realidad un antiguo deseo romano y aumentar su gasto militar, ya que actualmente Italia presenta uno de los niveles más bajos dentro de la OTAN, con solo 1,49 % del PIB destinado a defensa en 2024. Esto le permitiría acercarse al objetivo del 5 % exigido por el presidente estadounidense Donald Trump.
Según Politico, Meloni pretende aprovechar una ‘laguna legal’ del plan del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que establece que el 3,5 % del PIB debe destinarse a gastos puramente defensivos y el 1,5 % restante, a gastos relacionados. Un funcionario del Tesoro italiano comentó que clasificar el puente como un proyecto militar facilitaría superar obstáculos burocráticos y litigios con autoridades locales que podrían impugnar al Gobierno alegando daños a sus tierras.
¿Interés público o farol del Gobierno?
A principios de abril, tras una propuesta del ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, el Consejo de Ministros formalizó la existencia de «razones imperativas de significativo interés público» para justificar la construcción del puente sobre el estrecho. El documento destaca la supuesta importancia estratégica para la seguridad nacional e internacional del puente, argumentando que facilitaría el movimiento de las fuerzas armadas italianas y sus aliados en la OTAN.
No obstante, persisten dudas sobre si la OTAN aceptará esta lógica presentada por Roma. Actualmente, el estrecho de Mesina no forma parte del único corredor designado para movilidad militar en Italia. Durante una reciente cumbre en La Haya, funcionarios estadounidenses mostraron escepticismo ante la propuesta; algunos incluso se rieron cuando se les preguntó sobre ella. Además, existe una oposición interna significativa al megaproyecto propuesto por Meloni.
«Esto es una burla a la ciudadanía y a los compromisos adquiridos en la OTAN. Dudo que este farol del Gobierno sea aceptado», declaró Giuseppe Antoci, miembro del Parlamento Europeo por el Movimiento 5 Estrellas.
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La noticia en cifras
Concepto |
Cifra |
Costo del proyecto del puente |
16,000 millones de dólares |
Porcentaje actual del gasto militar en Italia |
1.49 % |
Porcentaje objetivo de gasto militar en la OTAN |
5 % |
Porcentaje destinado a gastos puros de defensa según plan de Rutte |
3.5 % |
Porcentaje adicional para gastos relacionados según plan de Rutte |
1.5 % |