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China dispara advertencias a destructor japonés tras error de navegación
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China dispara advertencias a destructor japonés tras error de navegación

miércoles 13 de agosto de 2025, 01:04h

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Un incidente secreto revelado muestra que la marina china disparó tiros de advertencia a un destructor japonés en julio de 2024, tras una entrada accidental en aguas chinas debido a un fallo de navegación. Japón reconoció el error y disciplinó al capitán del barco, pero criticó la rápida escalada de China hacia el uso de fuego real, lo que podría haber provocado un conflicto. Este episodio pone en duda la adherencia de Beijing al derecho marítimo internacional y revela un patrón de comportamiento agresivo por parte de sus fuerzas navales, como se evidenció también en un enfrentamiento reciente con un barco patrullero filipino en el Mar del Sur de China. La falta de transparencia y la demora en la divulgación del incidente generan preocupaciones sobre la comunicación entre ambas naciones y la estabilidad regional.

Las fuerzas navales chinas dispararon tiros de advertencia en vivo contra un destructor japonés el pasado mes de julio, después de que este ingresara accidentalmente a aguas chinas debido a un mal funcionamiento en su sistema de navegación. Este incidente pone de manifiesto la postura militar agresiva de Pekín. Japón ha reconocido que la incursión fue involuntaria y ha tomado medidas disciplinarias contra el capitán del destructor, aunque también criticó la rápida escalada por parte de China al uso de fuego real, lo cual podría haber desencadenado un conflicto.

Incidente bajo secreto

La situación plantea interrogantes sobre la adherencia de China al derecho marítimo internacional, ya que contradice el derecho de paso inocente para embarcaciones extranjeras según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS). Además, se reportó una confrontación separada en el Mar del Sur de China, donde embarcaciones chinas persiguieron agresivamente y colisionaron con un barco patrullero filipino, revelando un patrón de comportamiento imprudente.

Tanto Japón como China mantuvieron en secreto este incidente durante casi un año, lo que genera preocupaciones sobre la transparencia y la efectividad de los canales de comunicación entre ambas naciones. La pregunta que surge es: ¿qué tan frágil es la paz actual en Asia Oriental?

Acciones desproporcionadas

De acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por Kyodo News, el destructor japonés Suzutsuki estaba monitoreando ejercicios militares chinos en aguas internacionales cuando su sistema electrónico de navegación falló al no mostrar las fronteras territoriales. La embarcación, con un desplazamiento de 6,800 toneladas, navegó sin darse cuenta a menos de 12 millas náuticas de la provincia china de Zhejiang, lo que constituye una violación técnica de soberanía que Tokio sostiene fue completamente accidental.

En lugar de actuar con moderación, se alega que los buques navales chinos dispararon dos tiros de advertencia: uno justo antes de que el Suzutsuki entrara en las aguas disputadas y otro después. Japón admitió posteriormente que la violación fue causada por un fallo técnico y destituyó al capitán del destructor por negligencia. Sin embargo, Tokio expresó su profunda preocupación por la rápida escalada china hacia el uso del fuego real, una acción que pudo haber desencadenado un conflicto armado.

Patrón preocupante

Este incidente no es aislado. Un día después del informe de Kyodo, se produjo otra confrontación alarmante en el Mar del Sur de China, donde buques guardacostas y navales chinos colisionaron mientras perseguían agresivamente a un barco patrullero filipino cerca del disputado banco Scarborough. Funcionarios filipinos publicaron imágenes que muestran el caótico encuentro, donde uno de los barcos chinos sufrió daños considerables tras la colisión.

Estos incidentes consecutivos revelan un patrón inquietante: las fuerzas militares y guardacostas chinas operan con creciente imprudencia, tratando infracciones marítimas menores como pretextos para escalar tensiones. Mientras Japón actuó rápidamente para sancionar a su capitán y reconoció su error, Pekín no ha mostrado responsabilidad alguna por sus propias provocaciones.

La falta de transparencia

Quizás lo más preocupante es el retraso en la divulgación pública del incidente. Ni Tokio ni Pekín reconocieron públicamente lo sucedido hasta ahora, lo cual suscita dudas sobre si existe diplomacia encubierta destinada a suprimir información crítica. Más alarmante aún es que ambas naciones no utilizaron su línea directa militar durante esta crisis, lo que pone en entredicho la efectividad de los mecanismos destinados a prevenir conflictos accidentales.

Dada la rápida expansión militar china y su postura cada vez más asertiva hacia Taiwán, Japón y Filipinas, el mundo no puede permitirse tal opacidad. Si un simple error navegacional puede provocar advertencias con fuego real, ¿qué ocurrirá ante una miscomunicación más grave?

Las acciones imprudentes de China en los mares Oriental y del Sur no solo son preocupaciones regionales; representan una amenaza directa para la estabilidad global. El hecho de que Pekín optara por disparar municiones reales contra un aliado estadounidense en lugar de buscar soluciones diplomáticas o técnicas revela una estrategia centrada en la intimidación sobre la paz.

A medida que avanza esta situación compleja, queda claro que tanto gobiernos como comunidades internacionales deben estar alertas ante posibles crisis futuras. Si no se mantiene presión sobre China para rendir cuentas por su creciente agresión, los próximos disparos podrían tener consecuencias mucho más graves.

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