Rafael Grossi, actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha anunciado su intención de postularse para la secretaría general de las Naciones Unidas. En una conferencia de prensa celebrada en Washington, el diplomático argentino reveló que iniciará próximamente el proceso formal para competir por el cargo que actualmente ocupa António Guterres, cuyo mandato finaliza en enero de 2027.
Grossi declaró que "la rueda ha comenzado a girar" y mencionó que ya ha discutido su candidatura con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, durante una reciente reunión.
Trayectoria de Rafael Grossi
Nacido en Buenos Aires en 1961, Grossi es un diplomático con una amplia trayectoria en temas de seguridad internacional y política nuclear. Desde diciembre de 2019, lidera el OIEA, convirtiéndose en el primer latinoamericano en ocupar este cargo, que tradicionalmente ha sido dominado por europeos o asiáticos.
Bajo su liderazgo, la agencia ha enfrentado algunos de los desafíos más complejos de los últimos años, incluyendo la crisis nuclear derivada del conflicto entre Rusia y Ucrania y las tensiones persistentes con Irán respecto a sus actividades nucleares. Grossi se formó en Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina y completó estudios de posgrado en el Instituto de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo en Ginebra, donde obtuvo una maestría y un doctorado en Relaciones Internacionales e Historia.
Experiencia Diplomática
Ingresó al servicio diplomático argentino en 1985 y ha ocupado numerosos cargos relevantes tanto en organismos multilaterales como en representaciones bilaterales. Entre sus puestos más destacados se encuentran la jefatura de gabinete en el OIEA y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, además de haber sido embajador argentino en Austria entre 2013 y 2019.
A lo largo de su carrera, Grossi ha liderado iniciativas clave relacionadas con el desarme y la no proliferación. Presidió el Grupo de Proveedores Nucleares y condujo la conferencia diplomática que resultó en la Declaración de Viena sobre Seguridad Nuclear. También fue designado para liderar la conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear de 2020, aunque este evento se vio afectado por la pandemia de COVID-19.
Rol Activo en Conflictos Internacionales
Durante la invasión rusa a Ucrania, Grossi se convirtió en una figura central para gestionar riesgos nucleares. Ha liderado personalmente varias visitas a la central nuclear de Zaporizhzhia, actualmente bajo control ruso, donde sus equipos del OIEA han trabajado bajo condiciones extremas.
Su insistencia por establecer una zona segura alrededor de esta planta ha sido una prioridad constante, reflejando su compromiso con evitar una catástrofe nuclear durante el conflicto. Al mismo tiempo, su postura firme ante Irán ha generado tensiones con el régimen teheraní, especialmente tras detectar indicios de actividades nucleares no declaradas. Como resultado, las autoridades austriacas reforzaron su seguridad ante amenazas directas provenientes de altos funcionarios iraníes.
Perspectivas para su Candidatura
Con un estilo caracterizado por la discreción, firmeza técnica y habilidad negociadora, Grossi ha logrado consolidarse como un actor internacional confiable durante tiempos inciertos. Su candidatura se presenta como una opción sólida, especialmente porque según prácticas no escritas dentro del organismo internacional, la próxima secretaría general debería corresponder a un representante latinoamericano; un cargo que no ha sido ocupado por alguien de esta región desde el mandato del peruano Javier Pérez de Cuéllar (1982–1991).
Si (
No(
Traductor
