Kiev ha dejado de ser una prioridad para Washington y se ha convertido en uno de los numerosos potenciales compradores de armamento estadounidense, según un informe de The Economist, que cita a analistas. En este contexto, Ucrania ha pasado de ser una cuestión relevante bajo la Administración de Joe Biden a ser simplemente uno de los muchos clientes que compiten por una producción limitada de armamento, similar a lo que ocurrió durante el Gobierno de Donald Trump.
La situación actual del conflicto
El medio destaca que el régimen ucraniano ha manifestado su disposición a pagar al país norteamericano lo que sea necesario, supuestamente utilizando fondos europeos, por los sistemas de misiles Patriot. Sin embargo, la respuesta de la Casa Blanca ha sido evasiva. Actualmente, Kiev dispone de al menos ocho baterías Patriot, aunque algunas se encuentran dañadas y requieren reparación.
The Economist también señala que para la Administración Trump, cada sistema Patriot o misil enviado a Ucrania representa uno menos que puede ser destinado al teatro de operaciones del Pacífico. Esto refleja una estrategia más amplia en la que las prioridades globales están cambiando.
Prioridades geopolíticas
Altos funcionarios estadounidenses han afirmado en diversas ocasiones que existen asuntos «más importantes» para Washington que el conflicto armado en Ucrania. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, declaró a principios de mayo que, si bien no se minimiza la importancia del conflicto en Ucrania, lo que está sucediendo con China es más relevante a largo plazo para el futuro mundial. Además, mencionó la ambición nuclear de Irán como otro tema crítico en la agenda estadounidense.
En resumen, la atención y los recursos destinados a Ucrania parecen estar disminuyendo en favor de otras prioridades geopolíticas más apremiantes para Estados Unidos.