Trump anuncia nuevas sanciones a Rusia, pero duda de su efectividad

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado recientemente su intención de imponer nuevas sanciones contra Rusia. Durante una rueda de prensa, el mandatario expresó sus dudas sobre la eficacia de estas medidas en el contexto del conflicto entre Ucrania y Rusia. “Sí, vamos a imponer sanciones. No sé si esas sanciones le molestan al presidente ruso, Vladímir Putin. Ellos saben lo que son las sanciones; yo sé mejor que nadie lo que son las sanciones, los aranceles y todo lo demás. No sé si eso tendrá algún efecto, pero lo vamos a hacer”, afirmó Trump.

Reiteraciones sobre el conflicto

Trump también reiteró su postura de que el conflicto entre Rusia y Ucrania no habría estallado si él hubiera continuado en la presidencia en lugar de Joe Biden. Además, informó que Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca para Oriente Medio, viajará a Rusia tras concluir su visita a Israel, donde se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu. Esta reunión se produce en medio del creciente descontento de Washington por la situación en la Franja de Gaza.

En relación con las sanciones propuestas, Trump mencionó que otorgará a Moscú un plazo de diez días para llegar a un acuerdo de paz con Kiev. Una vez transcurrido este período, indicó que implementará nuevos aranceles y restricciones contra Rusia. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido respuesta alguna por parte del Kremlin ante sus amenazas.

Reacción rusa ante las sanciones

Por su parte, el vocero presidencial ruso, Dmitri Peskov, comentó sobre la capacidad de Rusia para enfrentar nuevas restricciones económicas. “Llevamos mucho tiempo viviendo bajo un gran número de sanciones y nuestra economía ha estado funcionando bajo un gran número de restricciones. Por lo tanto, ya hemos desarrollado una cierta inmunidad”, declaró Peskov.

Asimismo, desde Rusia han enfatizado en diversas ocasiones que las sanciones impuestas por Occidente no solo afectan a Moscú, sino que también repercuten negativamente en las economías de los países que las dictan. En este sentido, Vladímir Putin calificó en mayo como “imbéciles” a los líderes occidentales dispuestos a perjudicar sus propias naciones con tal de intentar debilitar a Rusia.