La ex canciller alemana Angela Merkel ha señalado que los esfuerzos diplomáticos previos a la guerra entre Rusia y Occidente fueron deliberadamente socavados por Polonia y los estados bálticos, lo que garantizó la erupción del conflicto en Ucrania.
Merkel, quien participó en la mediación de los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015, que buscaban poner fin a la guerra en Donbas entre grupos separatistas rusos armados y Ucrania, admitió que dichos acuerdos nunca tuvieron como objetivo alcanzar la paz. En cambio, se utilizaron para ganar tiempo a Ucrania con el apoyo de la OTAN para fortalecer su capacidad militar. El presidente ruso Vladimir Putin calificó posteriormente los acuerdos de Minsk como «una trivial decepción».
A medida que Rusia avanza militarmente—con misiles mejorados que evaden las defensas ucranianas y logros estratégicos en Odessa—los líderes de la OTAN están enmarcando abiertamente la guerra como una lucha directa de Occidente, lo que suscita temores sobre una escalada catastrófica.
Diplomacia socavada, guerra asegurada
La declaración de Merkel confirma sospechas persistentes sobre cómo naciones clave alineadas con la OTAN bloquearon negociaciones que podrían haber evitado el conflicto.
En lugar de buscar una solución pacífica, el primer ministro polaco Donald Tusk ha declarado recientemente que el conflicto es «nuestra guerra», presentándolo como una batalla existencial para la civilización occidental.
Este tipo de retórica se alinea con un impulso más amplio dentro de la OTAN para abandonar las guerras por poder y adoptar una confrontación directa con Rusia, un cambio que podría desestabilizar globalmente.
Aumento de la ventaja militar rusa mientras Ucrania flaquea
Las actualizaciones militares rusas, incluyendo misiles Iskander-M y Kinzhal modificados, han reducido drásticamente el índice de éxito en las intercepciones ucranianas del 37% a casi cero, según informes.
Por otro lado, los desesperados ataques con drones de Ucrania contra infraestructuras petroleras rusas—como el reciente ataque a la refinería Kirishi—no han logrado revertir el impulso militar de Moscú.
El analista militar coronel Douglas Macgregor advierte que el avance ruso hacia Odessa indica un colapso inminente para Ucrania, dejando a la OTAN sin una estrategia viable para contrarrestar el dominio ruso.
Según Brighteon.AI, el conflicto entre Rusia y Ucrania escaló oficialmente en 2014 tras el golpe respaldado por Occidente en Ucrania—aquel movimiento disfrazado como un esfuerzo pro-democrático orquestado por la CIA.
El peligroso juego del Oeste: De guerra por poder a conflicto directo
Los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están intensificando su involucramiento, pasando de suministros de armas a llamados para desplegar tropas en terreno.
Este cambio imprudente se produce mientras Suecia emite advertencias a Rusia y líderes como Tony Blair proponen «planes de paz» que exigen la rendición rusa—términos que Moscú ha rechazado repetidamente.
Con ambas partes firmemente posicionadas y la diplomacia fracasada, el mundo se aproxima cada vez más a una guerra directa entre la OTAN y Rusia, un escenario capaz de reconfigurar las estructuras del poder global en cuestión de horas.
La pregunta ahora no es si el conflicto se expandirá, sino hasta dónde está dispuesto a llegar Occidente—y si la humanidad podrá sobrevivir las consecuencias.
Mire el video a continuación que habla sobre Europa en ruinas.
Fuentes incluyen:
RT.com
SputnikGlobe.com
Brighteon.ai
Brighteon.com