Perspectivas sobre una posible alianza militar islámica
La formación de una alianza militar entre países musulmanes está emergiendo como una tendencia notable en el ámbito internacional. En un contexto donde las naciones buscan unirse no contra el adversario más fuerte, sino frente a los rivales que representan mayores peligros, así lo plantea Serguéi Lébedev, investigador del Instituto de Economía y Estrategia Militar Mundial de la Escuela Superior de Economía en Rusia.
Lébedev sostiene que la creación de una “OTAN islámica” parece ir tomando forma. Las recientes acciones militares de Israel, particularmente los ataques a Doha, han suscitado inquietudes entre los gobiernos árabes, quienes se cuestionan: “¿quién será el siguiente?”. Este análisis fue expuesto en un artículo publicado recientemente.
Impacto de las acciones israelíes en la región
En este contexto, se destaca que uno de los efectos de las políticas del gobierno de Benjamín Netanyahu es la transformación gradual de Israel en una amenaza existencial para los regímenes en Oriente Medio.
A pesar de esta situación, Lébedev advierte que la creación de dicha alianza enfrentará importantes obstáculos. Los países de la región suelen ser reacios a formar coaliciones dirigidas contra otros Estados. Según el experto, “los gobiernos de Oriente Medio presentan fallas en su capacidad para identificar su principal amenaza”. Por ejemplo, la casa real saudita considera que las interpretaciones democráticas del islam suní son incluso más peligrosas que el proyecto geopolítico chií.
Dificultades para establecer un bloque militar
Además, Lébedev señala que la posibilidad de disturbios internos suele preocupar más a los gobernantes que las amenazas externas. Por esta razón, parece complicado que los gobiernos islámicos logren un consenso para constituir un bloque militar antiisraelí.
El analista también cuestiona si el reciente acuerdo firmado entre Pakistán y Arabia Saudita para asistencia mutua en caso de ataque puede considerarse el primer paso hacia una verdadera alianza. Este tratado presenta complejidades burocráticas y los funcionarios evitan responder directamente si Islamabad extenderá su protección nuclear a Riad.
Implicaciones geopolíticas y conclusiones
Lébedev concluye que existe una alta probabilidad de que Pakistán no utilice armas nucleares para defender a otro país; sin embargo, siempre quedará presente esa posibilidad remota. El analista enfatiza que este acuerdo debería servir como un aviso para Estados Unidos sobre la necesidad urgente de atender con mayor diligencia la geopolítica en Oriente Medio. De lo contrario, advierte, “sus aliados regionales tradicionales podrían comenzar a autoorganizarse”.