El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se pronunció el día de ayer sobre su decisión de finalizar las negociaciones comerciales con Canadá. Durante una conferencia de prensa, un periodista cuestionó al mandatario acerca de la posibilidad de que las autoridades canadienses realizaran algún movimiento para cambiar su postura, a lo que Trump respondió negativamente.
En sus declaraciones, Trump afirmó tener una considerable influencia sobre Canadá. «Tenemos todas las cartas […] todas y cada una», enfatizó el presidente, subrayando que Washington posee un gran poder económico sobre Ottawa, aunque expresó que «preferiría no usarlo».
Reacciones ante la decisión de Trump
Trump también hizo hincapié en los recientes movimientos del gobierno canadiense en relación a las empresas tecnológicas, indicando: «Hoy hicieron algo con las empresas tecnológicas, intentando copiar a Europa […] No le va a ir bien a Canadá».
Más temprano, el mandatario había anunciado el cese de las conversaciones comerciales con su mayor socio comercial en respuesta a un nuevo impuesto canadiense sobre los servicios digitales que impactará a las empresas tecnológicas estadounidenses.
La postura canadiense y sus implicaciones
Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, comentó que su nación seguirá adelante con estas complejas negociaciones en beneficio de los canadienses. Además, indicó que no ha tenido comunicación reciente con Trump tras sus declaraciones.
Según reportes de medios canadienses, el impuesto a los servicios digitales para las grandes empresas tecnológicas entrará en vigor el próximo 30 de junio y tendrá efecto retroactivo por tres años, lo que generará una deuda aproximada de 2.000 millones de dólares que las compañías estadounidenses deberán saldar al final del mes.
Tres semanas atrás, Carney había anunciado que su gobierno estaba preparando posibles represalias contra Washington si las intensas negociaciones para eliminar los aranceles sobre aluminio y acero no lograban avanzar.