Una investigación del Washington Post de documentos de licitación y contratos de más de 300 proyectos del gobierno chino, solo desde comienzos de 2020, incluye software diseñado para recopilar datos sobre objetivos extranjeros, pero no de fuentes confidenciales, sino de redes sociales como Twitter, Facebook y otras.
Tal y como hemos podido comprobar, los documentos son de acceso público y muestran que las agencias y medios estatales así como departamentos gubernamentales, la policía, el ejército, entre otros, están comprando sistemas para recopilar todo tipo de datos.
Por poner un ejemplo, se ha comprado un programa de software de medios estatales chino de 320.000 dólares que explota Twitter y Facebook para crear una base de datos de periodistas y académicos extranjeros; un programa de inteligencia de la policía de Beijing de 216.000 dólares que analiza la charla occidental sobre Hong Kong y Taiwán; y un cibercentro de Xinjiang que cataloga contenido en idioma uigur en el extranjero.
El big data y la inteligencia artificial se han convertido en un auténtico arma para las naciones, utilizándolas en beneficio propio para interactuar y hacer cambiar a la opinión pública en tendencias en tiempo real que puedan socavar los intereses chinos.
“Ahora están reorientando parte de ese esfuerzo hacia afuera, y creo que eso es francamente aterrador, al ver las cifras y la magnitud que esto ha tenido dentro de China”, ha comentado Mareike Ohlberg, investigadora principal del German Marshall Fund. “Realmente muestra que ahora sienten que es su responsabilidad defender a China en el extranjero y luchar contra la guerra de la opinión pública en el extranjero”.
Sin embargo, cabe recordar que Twitter y Facebook prohíben la recopilación automatizada de datos sobre sus servicios sin autorización previa. “Nuestra API proporciona acceso en tiempo real a datos públicos y tweets únicamente, no a información privada. Prohibimos el uso de nuestra API con fines de vigilancia, según nuestra política y términos para desarrolladores”, señaló Katie Rosborough, portavoz de Twitter, refiriéndose a la Interfaz de programación de aplicaciones (API) de la empresa.
“Tras las conversaciones comerciales entre China y EE. UU. y el incidente de los disturbios en Hong Kong, se está volviendo más claro día a día que la guerra de noticias de la opinión pública es ardua y necesaria”, según China Daily. “Estamos compitiendo con los medios de comunicación estadounidenses y occidentales, la batalla por el derecho a hablar ha comenzado”.