Un reciente incidente ha elevado las tensiones entre el Reino Unido y Rusia, tras la afirmación de que el barco espía ruso Yantar habría dirigido láseres hacia pilotos de la Real Fuerza Aérea (RAF), interrumpiendo sus operaciones. El Secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, calificó esta acción como una provocación «profundamente peligrosa».
El Yantar, vinculado a la Dirección Principal de Investigación en Aguas Profundas de Rusia (GUGI), es sospechoso de estar realizando un mapeo de cables de fibra óptica submarinos, infraestructura crítica que podría ser vulnerable a actos de sabotaje en un conflicto futuro. En respuesta, el Reino Unido ha ajustado sus reglas de compromiso naval para permitir un seguimiento más cercano del Yantar y ha advertido sobre posibles acciones militares si el barco se adentra más al sur.
Tensiones crecientes en el escenario internacional
Moscú desestimó las acusaciones británicas, calificándolas de «histeria militarista» y subrayando que el Yantar opera legalmente en aguas internacionales como un buque oceanográfico. Sin embargo, este incidente ocurre en un contexto más amplio de hostilidades, que incluye la sospecha de sabotajes rusos a infraestructuras críticas en Ucrania y los recientes movimientos de aviones de combate de la OTAN sobre Polonia y Rumanía.
Healey destacó que el Yantar había apuntado con láseres a aeronaves de vigilancia Poseidon P-8 mientras era monitoreado por una fragata de la Marina Real. Aunque no se ha revelado la potencia exacta de los láseres utilizados, expertos advierten que incluso los haces no cegadores pueden desorientar a los pilotos y alterar sus operaciones.
Sospechas sobre sabotaje y amenazas bajo el agua
Agencias de inteligencia occidentales han manifestado su preocupación por las actividades del Yantar, considerando que barcos rusos similares podrían estar involucrados en la cartografía de cables submarinos esenciales para las comunicaciones globales. Healey ya había acusado al barco en enero pasado por realizar vigilancia sobre infraestructuras submarinas británicas, lo que él considera un claro indicio del creciente agresionismo ruso.
A principios de noviembre, la Armada Holandesa escoltó al Yantar fuera del Mar del Norte tras haber sido avistado cerca de aguas territoriales neerlandesas. Los aliados de la OTAN temen que Rusia pueda llevar a cabo actos de sabotaje contra estos cables submarinos en un posible conflicto futuro, lo cual afectaría gravemente las redes financieras e internet.
Navegando entre acusaciones y advertencias
A pesar del rechazo ruso a las acusaciones británicas, funcionarios del Reino Unido continúan expresando su inquietud. Matt Western, miembro del Parlamento británico y presidente del Comité Conjunto sobre Estrategia Nacional de Seguridad, advirtió que Rusia representa una «amenaza genuina e inmediata» para la seguridad británica.
La situación actual refleja un aumento en las tensiones entre la OTAN y Rusia. Recientemente, funcionarios polacos atribuyeron a Moscú una explosión en una línea ferroviaria hacia Ucrania, considerándola un acto sin precedentes de sabotaje. Healey caracterizó este enfrentamiento como parte de una «nueva era de amenaza», citando incursiones rusas en el espacio aéreo aliado y ciberataques.
Un futuro incierto ante provocaciones continuas
El incidente con el Yantar resalta la disposición rusa para probar la determinación de la OTAN sin entrar directamente en conflicto. Las acciones del barco han llevado las relaciones entre el Reino Unido y Rusia al borde del colapso. Healey lanzó una clara advertencia al presidente ruso Vladimir Putin: «Te vemos. Sabemos lo que estás haciendo». La interrogante ahora es si Moscú intensificará aún más sus acciones y hasta dónde está dispuesto a llegar Occidente en su respuesta.
Vea el video aquí, donde se informa sobre cómo Londres aumentará drásticamente las entregas de drones a Ucrania.
Fuentes incluyen:
ZeroHedge.com
BBC.com
TheIndependent.co.uk
CNN.com
BrightU.ai