En Marruecos, una ola de protestas está tomando fuerza, impulsada por una juventud que exige cambios significativos en el ámbito educativo y de salud. Este movimiento, liderado principalmente por la generación Z, ha utilizado las redes sociales para organizarse y manifestarse en al menos 11 ciudades del país.
La principal queja radica en que el gobierno prioriza proyectos de prestigio internacional, como la coorganización de la Copa Mundial de Fútbol 2030 y la construcción de nuevos estadios, en detrimento de servicios públicos básicos como la salud y la educación. La reciente escalada de las protestas fue provocada por un trágico incidente en un hospital de Agadir, donde ocho mujeres embarazadas fallecieron debido a presunta negligencia médica, lo que se ha convertido en un símbolo del colapso del sistema sanitario.
Descontento generalizado
A pesar de los intentos oficiales por desestimar las acusaciones, argumentando que los problemas son herencias históricas, los manifestantes han respondido con contundencia. Las fuerzas de seguridad han intervenido para dispersar las reuniones, resultando en más de 100 arrestos y el despido de funcionarios locales del sector salud. Sin embargo, muchos consideran estas acciones como tácticas superficiales para desviar la atención del verdadero problema.
Las protestas reflejan un cambio generacional profundo. La juventud marroquí es digitalmente competente y políticamente consciente; desafían un sistema que perciben como corrupto y negligente. Creen firmemente que la protesta pacífica es su única vía para reclamar sus derechos y forjar un futuro mejor.
El fin de semana pasado, Marruecos fue escenario de manifestaciones masivas donde cientos de jóvenes salieron a las calles. Su demanda central es clara: quieren que el gobierno priorice su salud y educación sobre proyectos destinados a mejorar la imagen internacional del país. El incidente en Agadir ha sido el catalizador que ha llevado a muchos a expresar su frustración acumulada por años.
Prioridades cuestionadas
Los manifestantes sienten indignación ante el contraste entre los esfuerzos del país por albergar eventos deportivos internacionales y el abandono aparente de necesidades básicas. Con gritos como «Estadios aquí, ¿pero dónde están los hospitales?», enfatizan su percepción de que el reino está invirtiendo en espectáculos internacionales a expensas del bienestar ciudadano.
Datos recientes revelan preocupaciones serias respecto al sistema sanitario marroquí. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2023, hay apenas 7.7 profesionales médicos por cada 10,000 habitantes, cifra que se reduce a 4.4 en regiones como Agadir. Esta situación resulta en hospitales saturados y personal mal remunerado, lo cual puede tener consecuencias fatales, como lo evidenció la tragedia reciente.
El movimiento conocido como «protestas Gen Z» está siendo liderado por colectivos como Gen Z 212 y Morocco Youth Voices. Utilizando plataformas digitales como Discord y TikTok para coordinarse, han convocado manifestaciones pacíficas demandando un debate responsable sobre temas cruciales como salud, educación y la lucha contra la corrupción.
Respuesta gubernamental
Marruecos cuenta con una gran población juvenil; aquellos nacidos entre 1995 y 2010 constituyen su bloque demográfico más numeroso. Esta generación ha crecido en un contexto global interconectado e inspirado por movimientos juveniles recientes en otros países donde se han canalizado frustraciones similares hacia cambios positivos.
No obstante, sus protestas trascienden incidentes aislados o eventos deportivos; representan un desafío fundamental a un sistema que perciben como corrupto e indiferente. Critican al gobierno por destinar recursos a proyectos que benefician a unos pocos mientras los servicios públicos continúan deteriorándose.
La respuesta oficial ha sido una mezcla habitual de negación y represión. Las fuerzas de seguridad han estado activas impidiendo reuniones públicas y realizando numerosas detenciones. En solo un fin de semana se registraron más de 100 arrestos en Rabat y otras ciudades importantes como Casablanca y Agadir.
Permanente determinación
A pesar del clima represivo y las promesas gubernamentales sobre mejoras futuras, el movimiento no muestra signos de debilidad. En publicaciones posteriores a las manifestaciones, Gen Z 212 prometió continuar con las protestas. La determinación entre los jóvenes es palpable; muchos consideran que «protestar es la única manera de ganar nuestros derechos». En Marruecos, una generación decide luchar por su futuro frente a un sistema que sienten les ha fallado.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
7.7 |
Número de médicos por cada 10,000 habitantes en Marruecos. |
4.4 |
Número de médicos por cada 10,000 habitantes en regiones como Agadir. |
Más de 100 |
Número de arrestos durante las protestas en Marruecos. |
2023 |
Año del informe de la OMS sobre el sistema de salud en Marruecos. |