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Gaza

15/02/2024@13:00:51
Las agencias de la ONU temen un desastre humanitario "inimaginable" si se produce una incursión a gran escala del ejército israelí en Rafah, en el sur de Gaza. Señalan que las instalaciones hospitalarias del enclave están sobrecargadas y al borde del colapso y los trabajadore humanitarios siguen corriendo peligro ante la falta de garantías de seguridad y los continuos ataques.

Mientras crece la preocupación por cualquier nueva escalada de los combates en la superpoblada Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, la ONU advierte que cualquier intento de Israel de crear una zona de amortiguación, que implica la destrucción de infraestructura civil, podría constituir un crimen de guerra.

En una carta, 20 organizaciones no gubernamentales que trabajan en la Franja de Gaza han mostrado su “indignación” por el hecho de que algunos de los más grandes donantes de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, creada en 1949, hayan decidido suspender su financiación en este momento.

Los ataques aéreos y con misiles alcanzan viviendas y edificios públicos, incluyendo el hospital Al-Amal de Jan Yunis, donde se encontraban las víctimas. Se calcula que unas 14.000 personas se refugiaban en el centro sanitario cuando fue bombardeado dos veces. La agencia de ayuda humanitaria reporta intensos bombardeos israelíes desde el aire, la tierra y el mar en la mayor parte de Gaza.

"Detengan de manera inmediata el sufrimiento insoportable e inaceptable de la población civil en Gaza", ha solicitado Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, a la comunidad internacional.

La coordinadora humanitaria de la ONU en los Territorios Palestinos Ocupados señala que un alto el fuego podría propiciar la liberación de los rehenes tomados por Hamás. Advierte sobre la grave situación del sistema sanitario y pide la completa reapertura del paso fronterizo de Kerem Shalom para evitar una crisis de malnutrición.

António Guterres declara en el Foro de Doha que la inacción del Consejo de Seguridad socava su credibilidad y enfatiza que la gobernanza mundial está fracasando a la hora de gestionar otras dos amenazas: la crisis climática y una inteligencia artificial generativa sin la regulación adecuada.

Las agencias humanitarias de la ONU se quedan "sin palabras" para describir la muerte, entre ellas las de niños y recién nacidos, la destrucción y el sufrimiento de cientos de miles de personas ante la reanudación de los incesantes e indiscriminados bombardeos israelíes.

La población de Rafah se ha quintuplicado desde que estalló la guerra en el enclave el 7 de octubre. La intensificación de las hostilidades en esa ciudad podría conducir a la pérdida a gran escala de vidas civiles.

El titular de la ONU señala que cualquier empleado de la agencia para los refugiados palestinos implicado en los ataques del 7 de octubre tendrá que rendir cuentas, incluso mediante acciones penales. Sin embargo, pide a los gobiernos que garanticen la continuidad de unas operaciones humanitarias de las que dependen dos millones de personas en Gaza, brindando refugio, alimentos y asistencia sanitaria.

Las agencias advierten que más de un millón de personas buscan seguridad en la ya superpoblada ciudad meridional de Rafah, con cientos de miles durmiendo a la intemperie con ropa inadecuada para protegerse del frío. Saltarse comidas es la norma, y los adultos pasan hambre para que los niños puedan comer. En Cisjordania se registró el primer caso de demolición de propiedades palestinas de 2024.

Según un experto, Israel ha estado utilizando un tipo de arma de radiación de uranio, lo cual ha generado mucha especulación a lo largo de los años sobre sus capacidades y arsenal nuclear. La evidencia es contundente: muestras ambientales en Medio Oriente, especialmente en Gaza, están revelando la presencia creciente de uranio enriquecido, algo que no ocurre de forma natural.

Las agencias de la ONU alertan de la gravedad de la falta de saneamiento, atención médica, seguridad, agua potable y comida en Gaza. Según las autoridades sanitarias gazatíes, han muerto en Gaza unas 18.000 personas y más de 49.000 han resultado heridas desde el 7 de octubre.

Invocando un artículo de la Carta de las Naciones Unidas poco utilizado, el titular de la ONU pide al Consejo de Seguridad que "presione para evitar una catástrofe humanitaria" en Gaza y se una en un llamamiento a un alto el fuego humanitario total entre Israel y los militantes palestinos.

Cuatro días de alto al fuego por parte de las fuerzas israelís y Hamás reviven la esperanza de aliviar las inmensas y apremiantes necesidades de los civiles en Gaza, que incluyen alimentos, agua potable, combustible, medicamentos, artículos de higiene, la evacuación de pacientes y personal médico de algunos hospitales, y atención psicológica a los más vulnerables.