En un momento sorprendente y poco común de aparente sinceridad, el presentador de CNN, Jake Tapper, participó en The Megyn Kelly Show junto al periodista Alex Thompson y reconoció públicamente el papel de CNN en la difusión de desinformación a través de los medios tradicionales.
Durante la transmisión, Tapper enfrentó años de críticas crecientes dirigidas hacia CNN y otros medios convencionales, admitiendo que los medios conservadores habían estado en lo correcto en numerosos temas clave—temas que CNN había distorsionado o malinterpretado intencionalmente ante su audiencia.
“Alex y yo estamos aquí para decir que los medios conservadores tenían razón y que eran correctos,” declaró Tapper de manera franca. “Debería haber una profunda reflexión, no solo por mi parte, sino también entre los medios tradicionales.”
Reconocimiento de Errores
Aludiendo al papel de CNN en minimizar la disminución cognitiva del presidente Biden durante su mandato—y desestimando grabaciones virales donde se le veía congelarse o perder el hilo de sus pensamientos como “fakes baratos”—Tapper confesó: “No estoy aquí para defender una cobertura que ya he dicho que desearía poder hacer diferente.”
El periodista, quien ha mantenido una postura firme en defensa de la integridad periodística, mostró una evidente emoción al reflexionar sobre lo que describió como un período de evaluación personal y profesional.
Pidiendo Perdón y Buscando Redención
Tapper solicitó perdón a los televidentes y expresó su deseo de recibir una segunda oportunidad—not only para él mismo, sino también para lo que denominó “una cultura mediática que perdió su rumbo.”
Este segmento rápidamente se volvió viral, provocando un intenso debate tanto en plataformas convencionales como alternativas. Los críticos catalogaron la confesión como “demasiado poco, demasiado tarde,” afirmando que confirma la reputación de CNN como una "máquina de propaganda del Partido Demócrata,” mientras que otros vieron esto como un posible punto de inflexión para restaurar la responsabilidad en el periodismo.