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China avanza en la guerra autónoma con inteligencia artificial militar
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China avanza en la guerra autónoma con inteligencia artificial militar

miércoles 29 de octubre de 2025, 20:33h

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La noticia destaca cómo el ejército chino está utilizando inteligencia artificial (IA) para desarrollar máquinas de guerra autónomas, lo que podría cambiar las reglas de la seguridad internacional. A pesar de la preocupación en Occidente sobre el espionaje potencial de los modelos de IA chinos, el enfoque del ejército chino se centra en implementar sistemas como DeepSeek para vehículos autónomos y drones. Este avance tecnológico permite a China evaluar rápidamente múltiples escenarios de batalla, superando la capacidad humana. Mientras tanto, la respuesta de Estados Unidos ha sido más reactiva que proactiva, enfocándose en ataques cibernéticos y campañas de desprestigio en lugar de fomentar la innovación tecnológica. La adopción de IA por parte del Ejército Popular de Liberación marca un cambio significativo en la doctrina militar, con planes para desarrollar robots y drones que operen de manera autónoma. La eficiencia computacional de DeepSeek le permite ser implementado en plataformas más pequeñas, lo que representa un desafío creciente para las defensas occidentales.

La Revolución Tecnológica del Ejército Chino

El equilibrio global de poder está experimentando un cambio notable, aunque los medios occidentales parecen reacios a reconocerlo. China ha logrado un avance tecnológico que podría redefinir las normas de la seguridad internacional y la guerra. Mientras los líderes estadounidenses expresan su preocupación por posibles espionajes mediante modelos de inteligencia artificial (IA) chinos, el ejército chino está implementando sistemáticamente estos mismos sistemas para potenciar vehículos autónomos, enjambres de drones y herramientas de toma de decisiones en el campo de batalla que podrían superar las defensas occidentales.

La situación es delicada para Estados Unidos, que se encuentra respondiendo no con innovación, sino con tácticas impulsadas por el pánico, lo que revela una comprensión fundamentalmente errónea tanto de la tecnología como del panorama estratégico actual.

Puntos clave:

  • La IA DeepSeek de China supera el razonamiento humano a un costo inferior al de las alternativas occidentales.
  • El Ejército Popular de Liberación está integrando rápidamente DeepSeek en sistemas de armas autónomas e infraestructura de mando.
  • Los contratistas de defensa chinos están desarrollando perros robotizados impulsados por IA, enjambres de drones y herramientas para la planificación en el campo de batalla.
  • La respuesta estadounidense se ha centrado en campañas difamatorias y ciberataques en lugar de competir tecnológicamente.
  • El movimiento hacia la «soberanía algorítmica» en China reduce su dependencia de la tecnología occidental.
  • La eficiencia de DeepSeek permite su implementación en plataformas más pequeñas como drones con capacidad limitada.

Una Carrera Armamentista Silenciosa

A medida que ejecutivos tecnológicos y periodistas estadounidenses debaten sobre si DeepSeek puede espiar a los usuarios a través de archivos descargados, el complejo militar-industrial chino está revolucionando silenciosamente la guerra. La evidencia es clara para quienes están dispuestos a mirar más allá del alarmismo mediático occidental. En febrero, Norinco, un gigante estatal chino en defensa, presentó un vehículo militar capaz de realizar operaciones de apoyo al combate a 50 kilómetros por hora, alimentado directamente por la inteligencia artificial DeepSeek. Este es solo un ejemplo visible del esfuerzo sistemático que Beijing lleva a cabo para aprovechar la IA con fines militares.

El desfase tecnológico se vuelve aún más preocupante al examinar los detalles específicos. Investigadores de la Universidad Tecnológica de Xi’an revelaron que su sistema basado en DeepSeek puede evaluar 10,000 escenarios en el campo de batalla con diferentes variables, terrenos y despliegues en tan solo 48 segundos. Esta misma tarea requeriría tradicionalmente un equipo de planificadores militares trabajando durante 48 horas. Esta aceleración mil veces superior en la capacidad de toma de decisiones podría resultar decisiva en cualquier conflicto futuro, permitiendo a los comandantes chinos pensar y maniobrar mejor que sus adversarios en tiempo real.

La Respuesta Estadounidense: Miedo Ante la Competencia

En lugar de enfrentar este desafío tecnológico con innovación y determinación, las instituciones estadounidenses han reaccionado con lo que solo puede describirse como pánico. Tras el lanzamiento público de DeepSeek y una posterior caída en el mercado bursátil, la empresa sufrió un masivo ciberataque atribuido a agencias de inteligencia estadounidenses. En lugar de desarrollar tecnología competitiva o asociaciones estratégicas, la respuesta estadounidense ha reflejado las mismas campañas difamatorias utilizadas contra oponentes políticos en ciclos electorales anteriores.

Es irónico observar cómo mientras los medios estadounidenses advierten sobre riesgos hipotéticos para la privacidad derivados del uso del modelo DeepSeek, ingenieros chinos se gradúan en números récord y construyen sistemas que podrían redefinir la guerra moderna. Estados Unidos parece más enfocado en intentar hackear investigaciones chinas que en desarrollar sus propios avances. Este enfoque refleja una comprensión fundamentalmente errónea tanto sobre la tecnología como sobre las capacidades chinas. Los modelos DeepSeek no son spyware; son motores sofisticados de razonamiento que requieren software adicional para operar, software que se desarrolla principalmente en Estados Unidos y Europa Occidental.

El Amanecer de la Guerra Autónoma

La adopción del sistema DeepSeek por parte del Ejército Popular de Liberación va más allá del simple avance tecnológico; señala un cambio fundamental en la doctrina militar. Documentos defensivos chinos revelan planes para perros robotizados impulsados por IA que operan en manadas, enjambres de drones que rastrean objetivos autónomamente y centros de comando visualmente inmersivos que podrían hacer más efectivos a los comandantes humanos pero también potencialmente reemplazarlos en ciertas funciones. Estos sistemas no son conceptos sacados de una película científica; son proyectos activos documentados en registros de adquisiciones y solicitudes de patentes.

Lo que hace particularmente amenazante a DeepSeek para la ventaja militar occidental es su eficiencia computacional. Investigadores del PLA atribuyen al sistema una reducción del consumo energético durante el entrenamiento cercana al 40% comparado con sistemas similares a GPT-4, manteniendo capacidades equivalentes. Esta eficiencia permite su implementación en plataformas más pequeñas con potencia limitada, como drones y unidades operativas avanzadas. El tamaño reducido de DeepSeek—aproximadamente una octava parte del tamaño del GPT-4—le permite funcionar donde los sistemas occidentales serían imprácticos, creando lo que los analistas militares denominan “despliegue a nivel perimetral” que mantiene funcionalidad incluso cuando las comunicaciones son interrumpidas o bloqueadas.

La integración de estos sistemas se extiende por toda la infraestructura militar china. El PLA considera cada vez más a DeepSeek tanto como un acelerador tecnológico como un experimento doctrinal, alineándose perfectamente con el impulso chino hacia redes combativas resilientes y autosuficientes. Aunque funcionarios chinos afirman públicamente su compromiso con mantener control humano sobre los sistemas armamentísticos, ya existe tecnología capaz para operaciones completamente autónomas en entornos controlados. Como observó un analista militar: ya no se trata solo si China puede desplegar IA en conflictos bélicos, sino cuándo y cuán extensamente decidirán hacerlo.

Estados Unidos se encuentra ante una bifurcación crítica, enfrentándose a un competidor que ha logrado lo que muchos expertos consideraban imposible hace apenas unos años. China no solo ha alcanzado a Estados Unidos en inteligencia artificial; ha tomado ventaja significativa en muchas aplicaciones prácticas. Ha llegado el momento para dejar atrás las campañas difamatorias y los ciberataques; lo urgente ahora es realizar una evaluación clara y fomentar una innovación decidida antes que el equilibrio del poder cambie irrevocablemente.

Fuentes incluyen:

La noticia en cifras

Cifra Descripción
50 km/h Velocidad a la que un vehículo militar puede realizar operaciones de combate autónomas.
10,000 Número de escenarios de batalla que el sistema DeepSeek puede evaluar en 48 segundos.
48 horas Tiempo tradicional requerido por un equipo de planificadores militares para realizar la misma tarea que DeepSeek hace en 48 segundos.
40% Reducción del consumo de energía durante el entrenamiento del sistema DeepSeek en comparación con sistemas similares como GPT-4.
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