En un contexto de tensiones regionales y agresiones israelíes, los ministros de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán e Irán se reunieron en Bakú con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales. Este encuentro se centró en aspectos cruciales como el comercio, el transporte y la seguridad, todo ello en medio de un clima geopolítico complejo.
Uno de los principales objetivos de la reunión fue abordar las preocupaciones significativas que tiene Irán sobre los crecientes vínculos energéticos y de seguridad entre Azerbaiyán e Israel, los cuales Teherán considera que alimentan el conflicto en la región. A pesar de que ambas partes enfatizaron públicamente su soberanía y rechazaron la interferencia de terceros, persiste una desconfianza subyacente, especialmente por las acusaciones de que el espacio aéreo azerbaiyano fue utilizado para ataques con drones israelíes contra Irán.
Desconfianza persistente
Azerbaiyán es un proveedor crucial de petróleo para Israel, lo que ha llevado a una expansión en las inversiones energéticas que sostienen las acciones militares israelíes. Esta situación representa un punto importante de controversia con Irán. A pesar de los acuerdos alcanzados para avanzar en proyectos económicos conjuntos e infraestructura, la relación entre ambos países sigue siendo frágil, amenazada por las acciones israelíes, la militarización occidental y el conflicto en Gaza.
En un esfuerzo diplomático significativo, funcionarios azerbaiyanos e iraníes se encontraron esta semana para profundizar su cooperación. Las conversaciones fueron lideradas por el ministro azerbaiyano Jeyhun Bayramov y su homólogo iraní Abbas Araghchi, quienes buscaron fortalecer la colaboración en comercio y seguridad regional. También se abordaron las inquietudes de Teherán respecto a los vínculos con Israel, especialmente en un momento donde Tel Aviv intensifica sus ataques en Gaza.
Compromisos y desafíos
Las reuniones celebradas en Bakú marcan un momento crítico para la región del Cáucaso, donde alianzas cambiantes y presiones externas amenazan con desestabilizar asociaciones históricas. El presidente iraní Masoud Pezeshkian ha priorizado la mejora de relaciones con Azerbaiyán desde su asunción al cargo este año, enviando a Araghchi para reafirmar el compromiso de Teherán hacia una diplomacia regional libre de injerencias externas.
«Ningún tercero debe dañar o influir negativamente en nuestras relaciones», advirtió Araghchi, subrayando la necesidad de que ambas naciones resistan la intromisión extranjera. El presidente azerbaiyano Ilham Aliyev acogió con agrado este renovado compromiso, destacando intercambios recientes como prueba del avance hacia una relación «sin problemas».
Tensiones latentes
A pesar del tono positivo del encuentro, persiste una desconfianza considerable relacionada con los vínculos energéticos entre Azerbaiyán e Israel. Informes recientes sugieren que drones israelíes habrían utilizado el espacio aéreo azerbaiyano durante ataques contra instalaciones nucleares iraníes. Baku ha negado estas acusaciones categóricamente, asegurando que mantiene «control total sobre su espacio aéreo» y no permitiría su uso contra Irán; sin embargo, Teherán continúa siendo escéptico.
Israel obtiene casi la mitad de su petróleo crudo de campos azerbaiyanos mediante el oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan, lo cual es vital para sostener sus operaciones militares mientras continúa su campaña en Gaza. A pesar del rechazo internacional hacia estas acciones, Azerbaiyán ha ampliado esta asociación energética al adquirir participaciones en campos gasísticos israelíes.
El futuro incierto
La visita de Araghchi subraya la urgencia iraní ante la influencia israelí en la región. Con Estados Unidos y la OTAN promoviendo una mayor militarización localmente, Irán percibe a Azerbaiyán tanto como un posible aliado como un riesgo para su seguridad. Araghchi destacó la importancia de que los estados regionales gestionen sus propios asuntos mediante mecanismos como el 3+3 –que incluye a Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Irán, Rusia y Turquía– evitando depender de intervenciones respaldadas por Occidente.
Aparte de las preocupaciones por seguridad, se dio prioridad a la colaboración económica. Ambas naciones acordaron acelerar proyectos conjuntos e incrementar el comercio transfronterizo. El viceprimer ministro azerbaiyano Shahin Mustafayev resaltó avances tangibles como rutas aéreas ampliadas y nuevas iniciativas fronterizas. Mientras tanto, funcionarios iraníes enfatizaron la cooperación parlamentaria.
A pesar del deseo mutuo por estabilizar las relaciones bilaterales frente a las agresiones israelíes y las presiones económicas globales, queda por ver si estos esfuerzos serán suficientes para mantener una paz duradera entre ambos países.