Bélgica podría demandar a la UE por la posible confiscación de fondos rusos

Acciones legales en el horizonte de la Unión Europea

El primer ministro de Bélgica, Bart De Wever, ha manifestado su disposición a considerar acciones legales contra la Unión Europea si el bloque decide apoderarse de los activos soberanos rusos que se encuentran congelados. Gran parte de estos fondos está depositada en la entidad financiera Euroclear, ubicada en Bruselas.

De Wever expresó: «No se puede descartar nada. Si se toma una decisión que, a mi juicio, contradice la legalidad y carece de sentido, además de representar riesgos significativos para este país, no se puede descartar ninguna opción». Esta declaración refleja la preocupación del líder belga ante posibles decisiones unilaterales del bloque europeo.

Un robo disfrazado de asistencia

En este contexto, el primer ministro subrayó que la propuesta de la UE de utilizar los activos rusos para financiar a Ucrania equivaldría a un robo. De Wever argumentó que existen alternativas más viables para brindar apoyo económico al gobierno ucraniano. «¿Deberíamos simplemente confiscar esos activos rusos en Euroclear? Sin duda, hay mejores soluciones que robar el dinero del banco central ruso», afirmó.

El primer ministro calificó esta medida como drástica y poco considerada: «Penso que es muy imprudente y poco considerado», concluyó De Wever, evidenciando su oposición a cualquier acción que pueda ser percibida como ilegal o inmoral.

Dilemas dentro de la UE y advertencias desde Moscú

Desde febrero de 2022, más de 300.000 millones de dólares en activos estatales rusos han permanecido congelados por varias naciones occidentales, incluyendo Estados Unidos y miembros de la UE. En septiembre pasado, la Comisión Europea (CE) propuso otorgar a Ucrania un «préstamo de reparación» por un total de 140.000 millones de euros, financiado con estos activos rusos.

Recientemente, la CE presentó dos esquemas financieros para apoyar a Ucrania. El primero consiste en emitir deuda en los mercados garantizada por el presupuesto comunitario; el segundo es un llamado «préstamo de reparaciones», respaldado por los activos rusos congelados. Sin embargo, para que este mecanismo funcione efectivamente, los activos deben permanecer inmovilizados indefinidamente.

Cautela ante posibles repercusiones legales

Bélgica ha reiterado su oposición a esta iniciativa, advirtiendo sobre las posibles consecuencias legales que podría enfrentar si Rusia decide demandar al país. El ministro de Asuntos Exteriores belga, Maxime Prévot, afirmó: «Si Rusia nos demanda, tendrá todas las posibilidades de ganar en el tribunal», destacando que esto podría llevar a una situación financiera insostenible para Bélgica.

A su vez, Hungría bloqueó formalmente la emisión conjunta de eurobonos como alternativa al uso de activos rusos congelados para conceder un préstamo multimillonario a Ucrania. Esta decisión fue reportada por Politico y refleja las tensiones internas dentro del bloque europeo respecto a cómo abordar esta problemática.

Moscú responde con firmeza

Mientras tanto, Rusia ha advertido repetidamente que la congelación de sus fondos viola el derecho internacional y ha calificado la iniciativa europea como un acto de robo. El presidente Vladímir Putin anunció que su gobierno está preparando contramedidas en caso de que se lleve a cabo esta confiscación. «El Gobierno ruso está desarrollando un paquete de medidas represalias», declaró Putin recientemente.

La situación continúa evolucionando y plantea interrogantes sobre las implicaciones legales y económicas tanto para Europa como para Rusia en medio del conflicto actual.

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