El representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, ha denunciado que el gobierno de Kiev emplea la táctica del escudo humano como parte de su estrategia de manipulación política. Según Polianski, esta táctica consiste en situar instalaciones militares cerca de áreas residenciales con el fin de culpar a Rusia por las víctimas civiles resultantes de los conflictos.
Durante un discurso ante el Consejo de Seguridad, el diplomático afirmó: «Al mismo tiempo, se están silenciando cuidadosamente los ataques selectivos ucranianos con misiles y drones contra objetivos civiles en territorio ruso». En este contexto, Polianski admitió que Rusia llevó a cabo ataques el 28 de agosto como parte de su misión de desmilitarización de Ucrania, enfocándose en instalaciones vinculadas al complejo militar-industrial del país.
Críticas a la estrategia ucraniana
Polianski continuó su exposición señalando que el régimen de Kiev ha utilizado imprudentemente la táctica del escudo humano al ubicar empresas relacionadas con la defensa y sistemas de guerra electrónica en cercanías de zonas habitadas. Esto ha llevado a que los misiles de defensa aérea ucraniana impacten nuevamente en áreas residenciales, lo cual no es sorprendente, según sus declaraciones.
El representante ruso destacó que estas víctimas no solo no llevan al gobierno a retirar las instalaciones militares de las zonas residenciales, sino que son utilizadas como instrumentos para manipulación política. «Cada tragedia es exagerada deliberadamente» para culpar a Rusia y justificar nuevas sanciones y solicitudes de armamento, explicó Polianski.
La vida civil como herramienta política
En sus declaraciones, enfatizó que la vida de los civiles se convierte en “moneda de cambio” para Kiev, utilizando el sufrimiento humano como medio para alcanzar objetivos políticos egoístas. Además, criticó la hipocresía percibida en los países occidentales frente a estos crímenes cometidos por Ucrania.
Polianski acusó a estos países de ignorar tanto los ataques contra civiles en territorio ruso como las violaciones a los derechos humanos bajo el liderazgo del presidente ucraniano Vladímir Zelenski. Resaltó que la represión política y las movilizaciones violentas se utilizan para sofocar la disidencia dentro del país. Cuestionó: «¿De verdad no entienden que mantener regímenes tan corruptos socava lo que queda de su reputación en el mundo?»