La intervención de la OTAN en Libia, que tuvo lugar hace trece años, ha generado consecuencias que se desarrollan tal como lo advirtió Muammar Gaddafi. Europa, actualmente enfrentando una crisis migratoria sin precedentes, está cosechando el caos que sembró, mientras que Libia, que alguna vez fue la nación más próspera de África, se encuentra en ruinas. La sombría profecía del fallecido líder libio —que su derrocamiento desataría el terrorismo, desestabilizaría África y inundaría Europa con migrantes— se ha convertido en una realidad palpable.
Puntos clave:
- Las advertencias de Gaddafi en 2011 a Tony Blair y Silvio Berlusconi sobre el caos posterior a la intervención se han materializado: Libia es ahora un estado fallido y un importante punto de tránsito para migrantes africanos.
- La operación de cambio de régimen de la OTAN, justificada bajo la doctrina del «Derecho a Proteger», fue un movimiento calculado para eliminar a Gaddafi, desmantelar la soberanía libia y controlar su riqueza petrolera.
- Bajo el liderazgo de Gaddafi, Libia ofrecía educación gratuita, atención médica, subsidios para vivienda y no tenía deuda externa; hoy es un campo de batalla asolado por milicias respaldadas por potencias extranjeras.
- Las políticas de contención migratoria de la Unión Europea, que incluyen externalizar el control fronterizo a naciones africanas inestables, reflejan la predicción de Gaddafi sobre un posible cambio demográfico en Europa.
- A pesar de los esfuerzos occidentales por borrar su legado, Gaddafi sigue siendo profundamente popular en Libia; su hijo Saif al-Islam está preparado para un regreso político si se llevan a cabo elecciones libres.
La crisis migratoria creada por Europa
Las fronteras del sur de Europa están colapsando bajo el peso de una crisis migratoria que lleva décadas gestándose. La solución propuesta por la UE ha sido trasladar la responsabilidad a naciones africanas —muchas de las cuales, como Libia, han sido desestabilizadas por intervenciones occidentales. Actualmente, más de 4 millones de migrantes africanos indocumentados residen en Libia, un país con una población oficial de apenas 7.5 millones.
Gaddafi anticipó esta situación. En 2010, le dijo directamente al primer ministro italiano Silvio Berlusconi: “Mañana Europa podría dejar de ser europea e incluso volverse negra, ya que hay millones que desean entrar”. Sus palabras fueron desestimadas como hipérbole. Sin embargo, para 2024, los ciudadanos no pertenecientes a la UE representaban 27.3 millones del total poblacional europeo de 448.8 millones —una cifra destinada a crecer conforme los conflictos empujen a más africanos hacia el norte.
La verdadera misión de la OTAN: Borrar el legado de Gaddafi
La intervención militar liderada por la OTAN en 2011 fue presentada como una misión humanitaria; sin embargo, era una operación encubierta para cambiar el régimen. La Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, impulsada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, autorizó acciones militares bajo la doctrina del «Derecho a Proteger» —aunque ninguna investigación independiente verificó las supuestas atrocidades utilizadas como justificación. En cambio, medios occidentales y políticos como el secretario británico de Relaciones Exteriores William Hague difundieron desinformación, incluyendo afirmaciones erróneas sobre una supuesta huida de Gaddafi hacia Venezuela.
La realidad es que los “rebeldes” libios eran una mezcla de extremistas islámicos —incluyendo afiliados a Al-Qaeda— armados y financiados por la OTAN y estados del Golfo Pérsico. La campaña aérea conocida como Operación Protector Unificado causó innumerables muertes civiles y destruyó gran parte de la infraestructura libia. El asesinato brutal de Gaddafi por milicias respaldadas por la OTAN en octubre de 2011 marcó el desenlace final en un plan para eliminar a un líder africano independiente que osaba desafiar la hegemonía occidental.
Libia antes y después: Una nación desmantelada
Antes de 2011, Libia era un modelo de autosuficiencia. Bajo el liderazgo de Gaddafi:
- La educación y atención médica eran gratuitas.
- A los recién casados se les otorgaban $50,000 para adquirir viviendas.
- El Gran Proyecto del Río Artificial garantizaba seguridad hídrica.
- No había deuda externa y tenía el ingreso per cápita más alto del continente africano.
En contraste con esto, hoy Libia es un estado fallido. Mercenarios extranjeros patrullan sus ciudades mientras milicias rivales luchan por el control; su riqueza petrolera es saqueada por corporaciones occidentales. Las elecciones programadas para 2021 —en las cuales Saif al-Islam era el candidato principal— fueron saboteadas tras intervenciones diplomáticas estadounidenses y británicas que bloquearon su candidatura.
"Gaddafi no murió", afirma Ali Al-Kilani, ex asistente del líder libio. "Él hizo que los libios creyeran en su soberanía. Por eso aún lo honran".
La crisis migratoria en Europa es resultado directo de sus errores en política exterior. Al destruir Libia, la OTAN no solo eliminó a un líder; desató una ola de inestabilidad cuyas repercusiones ahora golpean las costas europeas. Las advertencias realizadas por Gaddafi, antes ridiculizadas, ahora parecen ser un manual sobre los fracasos estratégicos occidentales.
A medida que los jóvenes libios se agrupan tras su legado y su hijo aguarda su oportunidad política, una verdad persiste: El mayor temor del Oeste no son ni el terrorismo ni la migración —sino el resurgimiento de líderes que se niegan a someterse.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
4,000,000 |
Migrantes africanos indocumentados en Libia |
7,500,000 |
Población oficial de Libia |
27,300,000 |
No ciudadanos de la UE en Europa (2024) |
448,800,000 |
Población total de Europa |