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La UE abandona la prohibición de coches de combustión para 2035 tras presión industrial
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La UE abandona la prohibición de coches de combustión para 2035 tras presión industrial

martes 16 de diciembre de 2025, 01:10h

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La Unión Europea está abandonando su prohibición de 2035 sobre la venta de nuevos automóviles de gasolina y diésel, en respuesta a la presión de una industria automotriz europea en crisis. En lugar de un veto total, se propondrá un objetivo más flexible de reducción del 90% en las emisiones de CO2 para 2035. Esta decisión refleja un cambio significativo en la agenda climática del bloque, impulsado por el rechazo de los consumidores hacia vehículos eléctricos costosos e imprácticos. La medida permite continuar vendiendo vehículos de combustión que utilicen combustibles "neutros en CO2", como biocombustibles y e-combustibles, reconociendo que el motor de combustión interna seguirá presente en el futuro.

La Unión Europea reconsidera su prohibición de vehículos de combustión para 2035

La Unión Europea (UE) está en proceso de abandonar su plan original que preveía la prohibición de la venta de automóviles nuevos de gasolina y diésel para el año 2035. Esta decisión, que se espera sea anunciada formalmente en los próximos días, surge tras una intensa presión ejercida por una industria automotriz europea en dificultades y refleja la realidad de un rechazo generalizado por parte de los consumidores hacia la transición forzada a vehículos eléctricos.

Este cambio representa el retroceso más significativo del bloque en su ambiciosa agenda climática en los últimos cinco años, marcando una victoria del pragmatismo económico sobre las alarmas climáticas. Según Manfred Weber, miembro destacado del Parlamento Europeo y líder del Partido Popular Europeo, la Comisión Europea propondrá eliminar la prohibición total. En lugar de ello, se establecerá un objetivo de reducción del 90% en las emisiones de CO? para las flotas de automóviles para 2035, comparado con los niveles de 2021, lo que representa un suavizamiento respecto al mandato inicial que exigía una reducción del 100%.

Presiones económicas y cambios en la demanda

El abandono de esta política no ha ocurrido sin contexto. Durante años, potencias automotrices tradicionales como Alemania han observado con creciente preocupación cómo sus mercados se encogían bajo el peso de mandatos difíciles de cumplir, mientras que la competencia proveniente de rivales chinos más económicos aumentaba. La situación económica se ha vuelto insostenible; marcas como Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz han reportado entregas más débiles este año. Como se señala en los informes disponibles, “Grandes partes de la industria automotriz en Europa, incluyendo Alemania... están en una situación económica extremadamente difícil”.

La regulación original para 2023 era un símbolo del activismo climático europeo, diseñada para acelerar artificialmente una revolución en vehículos eléctricos. Sin embargo, ignoró verdades fundamentales del mercado. Los consumidores, preocupados por el costo, la fiabilidad y la practicidad, nunca abrazaron los vehículos eléctricos con el fervor anticipado por los burócratas. Jim Farley, CEO de Ford, subrayó esta desconexión al afirmar que “no es una realidad sostenible hoy en día en Europa”, añadiendo que las necesidades industriales “no están bien equilibradas” con los objetivos europeos sobre emisiones.

Un enfoque más flexible hacia el futuro

Las consecuencias económicas derivadas de esta ingeniería impuesta desde arriba han trascendido a los salones de exhibición. La crisis energética autoimpuesta por la UE, tras decidir reducir drásticamente las importaciones de petróleo y gas ruso después del conflicto en Ucrania, provocó un aumento vertiginoso en los precios energéticos, debilitando aún más la competitividad industrial. Los fabricantes enfrentaron costos de producción elevados mientras eran obligados a vender productos no deseados por sus clientes.

El compromiso propuesto abre la puerta a continuar con las ventas de vehículos con motores de combustión que utilicen combustibles considerados “neutros” en carbono, como biocombustibles y e-combustibles. Este “enfoque multitecnológico”, defendido por expertos del sector industrial, reconoce que el motor de combustión interna permanecerá vigente durante gran parte del siglo XXI. Es una concesión hacia la apertura tecnológica que debió ser el punto inicial y no una corrección desesperada.

A pesar de las protestas de empresas dedicadas exclusivamente a vehículos eléctricos como Polestar —que cuestionan “¿qué estamos esperando?”— el mercado ya ha respondido: está a la espera de innovaciones asequibles y prácticas impulsadas por el consumidor, no dictados provenientes desde Bruselas. El retroceso de la UE es una lección sobre los límites del poder político frente a realidades económicas y demandas del consumidor. Revela la imprudencia de permitir que agendas activistas eclipsen estrategias industriales básicas y elecciones del consumidor.

Fuentes para este artículo incluyen:

RT.com

Reuters.com

RTE.ie

Reuters.com

La noticia en cifras

Cifra Descripción
90% Objetivo de reducción de emisiones propuesto por la UE
2035 Año objetivo para la reducción de emisiones
2021 Año de referencia para la comparación de emisiones
15 diciembre 2025 Fecha de publicación de la noticia
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