Un grupo de siete individuos ha sido condenado por un esquema fraudulento relacionado con la ayuda alimentaria durante la pandemia en Minnesota. Este grupo logró obtener de manera ilícita más de $250 millones en fondos federales destinados a la alimentación infantil. Los recursos malversados fueron utilizados para adquirir automóviles de lujo, propiedades inmobiliarias y financiar vacaciones internacionales. La principal responsable del esquema, Aimee Bock, fue hallada culpable de fraude electrónico, conspiración y soborno.
La magnitud del escándalo ha generado un intenso escrutinio político sobre la supervisión de los fondos de emergencia. En medio de una crisis sanitaria global, este grupo de estafadores aprovechó la situación para desviar cientos de millones de dólares destinados a alimentar a niños necesitados hacia un estilo de vida ostentoso que incluía villas privadas y automóviles lujosos.
Un esquema basado en mentiras audaces
El fraude se centró en programas alimentarios sin fines de lucro como Feeding Our Future, cuya misión era garantizar que los niños no pasaran hambre durante la pandemia. Sin embargo, los fiscales argumentan que su fundadora y directora ejecutiva, Aimee Bock, lideró una red que explotó sistemáticamente esta emergencia. La organización afirmó haber servido 91 millones de comidas, recibiendo fraudulentamente cerca de $250 millones en fondos federales. Bock fue condenada en marzo de 2025 por su papel central en el esquema.
Las evidencias presentadas durante el juicio revelan detalles escalofriantes sobre el enriquecimiento personal derivado del fraude. Se demostró que los acusados utilizaron los fondos robados para comprar propiedades frente al lago en Minnesota, así como vehículos como un Porsche Macan 2021 y un Mercedes-Benz GLA. Un intercambio de mensajes entre los implicados mostraba una caja repleta de efectivo junto con el mensaje: «$270,000 dólares». Otras imágenes documentaban celebraciones en un lujoso resort en Maldivas.
Un derroche sin precedentes
La escala del derroche se extendió a nivel internacional. Millones fueron transferidos a cuentas bancarias en China y África Oriental. Los investigadores han señalado que rastrear estos fondos es especialmente complicado debido a las características opacas del sistema bancario chino. En un caso particular, Abdiaziz Shafii Farah envió más de $1 millón a bancos chinos y casi $3 millones a cuentas kenianas. Farah fue sentenciado a 28 años de prisión tras ser calificado por un juez como víctima de “una avaricia pura e incontrolada”.
El fraude se sustentó en afirmaciones engañosas; un solo acusado facturó al estado $47 millones, alegando haber servido 18 millones de comidas en más de 30 ubicaciones, cuando en realidad no se distribuyó ni una sola comida. Otro acusado, Salim Said, propietario de un pequeño restaurante en Minneapolis, aseguró estar sirviendo más de 4,000 comidas diarias, mientras sus empresas recibieron más de $32 millones en fondos federales para nutrición.
Crisis en la supervisión gubernamental
Este escándalo ha suscitado preocupaciones políticas significativas, llevando a los republicanos en la Cámara a investigar cómo el gobernador Tim Walz manejó el caso. Informes indican que los líderes estatales mostraron reticencia a actuar con firmeza desde el principio. Rachel O’Brien, editora adjunta de política pública en Open The Books, mencionó que uno de los investigadores comentó al The New York Times que “los líderes estatales temían que abordar este problema con contundencia pudiera provocar reacciones políticas adversas”. Cuando funcionarios educativos comenzaron a sospechar sobre las operaciones fraudulentas, Bock acusó a estos funcionarios de racismo y presentó una demanda que resultó en una orden judicial para continuar con los reembolsos.
A pesar del escrutinio federal sobre si los fondos robados podrían haber llegado a organizaciones extremistas, hasta ahora no se ha encontrado evidencia que vincule este dinero con grupos terroristas como al-Shabaab. El exfiscal estadounidense Andy Luger afirmó: “Nunca hubo evidencia que sugiriera que este dinero fue destinado a financiar terrorismo ni tampoco que esa fuera la intención de las 70 personas acusadas”.
Hasta la fecha, 61 personas han sido condenadas por su participación en este extenso escándalo.
ZeroHedge.com
FoxNews.com
KOMONews.com
FoxNews.com
La noticia en cifras
| Descripción |
Cifra |
| Monto total de fondos federales obtenidos fraudulentamente |
$250 millones |
| Valor del Porsche Macan comprado con fondos robados |
$270,000 |
| Multa impuesta a Abdimajid Mohamed Nur por restitución |
$48 millones |
| Número de comidas que la organización afirmó haber servido |
91 millones |
| Monto facturado por un solo acusado para 18 millones de comidas no distribuidas |
$47 millones |