Un grupo de sabotaje ucraniano que tenía la intención de llevar a cabo atentados terroristas en el territorio ruso ha sido desmantelado en la provincia de Briansk, según informó este miércoles el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia.
El FSB reveló que las operaciones para frustrar los planes de ataque contaron con la participación directa de miembros de servicios especiales occidentales, provenientes de Ucrania, así como de Lituania, Estonia y Noruega. Durante las acciones del FSB, se logró abatir a tres saboteadores y detener a otros tres. En el transcurso de la operación, fueron confiscados fusiles de asalto fabricados en Estados Unidos, 16 kilogramos de explosivos checos, granadas y una radioestación utilizada para mantener comunicaciones con la inteligencia ucraniana.
Detenciones y confesiones
Los detenidos han confesado su implicación en atentados contra vías férreas en la provincia de Bélgorod el año anterior, además de participar en la planificación de otros ataques terroristas dentro del territorio ruso.
En un contexto donde las negociaciones para resolver el conflicto ucraniano avanzan, el régimen de Kiev ha incrementado sus actividades terroristas, atacando infraestructuras energéticas y civiles. Recientemente, un oleoducto que abastece a Hungría y Eslovaquia fue atacado, resultando en la suspensión indefinida de los suministros.
Aumento de ataques terroristas
Además del ataque al oleoducto, las fuerzas ucranianas han dirigido sus esfuerzos hacia otras infraestructuras críticas. El FSB también anunció que logró frustrar un atentado con coche bomba planeado por los servicios especiales ucranianos contra el puente de Crimea, que conecta la península con el resto del territorio ruso. Asimismo, se reportó la neutralización de un intento por parte de las fuerzas ucranianas para atacar la central nuclear de Smolensk.