El representante James Comer ha revelado una información impactante, indicando que los archivos relacionados con Jeffrey Epstein han sido eliminados por el Estado Profundo para encubrir evidencia explosiva. En una entrevista con Benny Johnson, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara advirtió que estos documentos críticos, largamente solicitados por el público, podrían haber sido destruidos con la participación del gobierno federal.
Comer, conocido por investigar la mala conducta federal y la corrupción en la administración Biden-Harris, expresó su profunda preocupación sobre el papel del Departamento de Justicia. Temía que este organismo nunca hubiera tenido en su poder los archivos de Epstein o que los hubiera retenido o destruido intencionalmente, desobedeciendo órdenes directas del Presidente y del Fiscal General para liberar dichos documentos.
Preocupaciones sobre la transparencia gubernamental
Lifezette.com informa: “No creo que el Departamento de Justicia tenga [los archivos de Epstein]; al menos, el Fiscal General no los tiene; de lo contrario, los habría entregado.”
“El Presidente ordenó su liberación. El Fiscal General ordenó su liberación. Todos sabemos que no han sido liberados,” afirmó Comer.
El congresista manifestó su inquietud de que los archivos pudieran haber sido destruidos intencionalmente antes de la actual administración, advirtiendo que evidencia podría haber sido eliminada durante el periodo de transición. “Uno de mis mayores temores… al entrar en la nueva administración era esto: espero que no estén destruyendo documentos en este momento,” comentó Comer.
Resistencia en la búsqueda de justicia
La representante Anna Paulina Luna (R-FL), quien lidera el Grupo de Trabajo de la Cámara sobre la Desclasificación de Secretos Federales, ha enfrentado resistencia continua en sus esfuerzos por asegurar la liberación de materiales relacionados con Epstein.
Comer describió a Luna como “incansable” y “bastante frustrada” por el incumplimiento del gobierno federal ante las órdenes emitidas. “Nuestro grupo de trabajo, dirigido por Anna Paulina Luna… ha hecho todo lo posible,” dijo Comer.
“Ella es incansable, persistente y está bastante frustrada en este momento porque estos archivos no han sido liberados, a pesar de que el Presidente y el Fiscal General han ordenado su liberación.”
Comer sugirió que altos funcionarios dentro de las agencias federales podrían estar protegiendo los archivos de Epstein no por lealtad a figuras prominentes como Bill Clinton o Bill Gates, sino para salvaguardar intereses institucionales y posiblemente operaciones de inteligencia.
Implicaciones graves si hay complicidad gubernamental
“Si el gobierno estuvo involucrado—si el gobierno no estuvo involucrado, no creo que tuvieran razón alguna para proteger a Bill Clinton o Hillary Clinton,” sostuvo Comer.
“Nunca volverán a ser elegidos para nada. No creo que tengan razón alguna para proteger a Bill Gates o a nadie más.”
Añadiendo más peso a sus declaraciones, Comer planteó la posibilidad de que el gobierno federal pudiera haber utilizado las actividades de Epstein con fines de recopilación de inteligencia. “La preocupación que siempre he tenido sobre el archivo Epstein es: ¿estuvo involucrado el gobierno? ¿Sabía el gobierno? ¿Estaba utilizando Epstein y los videos para chantajear a las personas más influyentes del mundo?” preguntó Comer.
Aviso sobre las consecuencias severas si se confirma conocimiento gubernamental acerca de crímenes sexuales contra menores sin intervención adecuada: “Al final del día, no creo que al pueblo estadounidense le parezca bien si el gobierno sabía que estaban ocurriendo crímenes contra jóvenes mujeres y aún así no hizo nada para intervenir,” concluyó Comer.
Las declaraciones del congresista surgen en medio del renovado interés público en la investigación sobre Epstein y las continuas demandas por transparencia respecto a la lista de individuos que tuvieron contacto con él o visitaron sus propiedades.
Demandas por transparencia continúan creciendo
A pesar de múltiples casos judiciales, procesos penales y promesas de divulgación completa, importantes partes de evidencia permanecen selladas o sin divulgar. A medida que el Comité de Supervisión y otros grupos legislativos avanzan en sus investigaciones, siguen surgiendo preguntas sobre quién pudo haber sabido qué y si información clave ha sido destruida permanentemente.