Una familia de Georgia ha decidido emprender acciones legales contra la farmacéutica Merck, alegando que una planta de producción expuso a una trabajadora embarazada a sustancias químicas tóxicas. La demanda sostiene que esta exposición prenatal fue la causa del desarrollo de cánceres cerebrales pediátricos raros en ambas hijas de la trabajadora. Saville Sullivan, una de las hijas, falleció en 2023 a los 26 años tras una recaída de su enfermedad. El documento legal acusa a Merck de haber tenido conocimiento de los riesgos asociados pero no haber advertido a sus empleados ni proporcionado el equipo de protección necesario.
Un legado de negligencia
La familia Sullivan enfrenta a uno de los gigantes farmacéuticos más grandes del mundo, argumentando que un legado de negligencia tóxica ha llevado a una tragedia personal profunda. En octubre de 2025, se presentó una demanda federal donde se afirma que la muerte de Saville por cáncer cerebral es consecuencia directa de la exposición a químicos peligrosos durante el embarazo, mientras su madre laboraba en la planta de Merck & Co. en Albany. Este caso plantea preguntas urgentes sobre la responsabilidad corporativa y los riesgos invisibles en los lugares industriales, así como el impacto duradero de la contaminación ambiental.
El núcleo del litigio radica en la planta Merck Flint River ubicada en Albany, Georgia, que estuvo operativa desde 1952 hasta su cierre en 2007. Durante este tiempo, se fabricaron medicamentos populares como Zocor y Prilosec, procesos que según la denuncia implicaban el manejo y liberación de una “sopa tóxica” de químicos. Los documentos judiciales mencionan sustancias como benceno, tolueno, formaldehído, metanol y diclorometano (DCM), varios de los cuales son reconocidos como carcinógenos o están relacionados con defectos congénitos.
Una tragedia inimaginable para la familia
Colleen Sullivan trabajó en la planta Flint River desde 1993 hasta 2005 en roles administrativos que requerían su movilidad por todo el establecimiento. Durante ese periodo, dio a luz a dos hijas: Saville en 1997 y Lilia en 1999. Los abogados de la familia sostienen que nunca se le informó sobre la posible exposición tóxica ni se le indicó el uso del equipo protector adecuado. En 2016 ocurrió lo impensable: ambas hermanas fueron diagnosticadas con formas raras de cáncer cerebral pediátrico con solo tres semanas de diferencia. Mientras Lilia se sometió a cirugía y radioterapia, Saville enfrentó un diagnóstico avanzado que requirió quimioterapia y rehabilitación extensa. Después de un periodo de remisión, el cáncer regresó a principios de 2023 y Saville falleció el 10 de octubre del mismo año.
La demanda postula que la exposición in útero a los químicos producidos por Merck es la causa directa del cáncer que afectó gravemente a las hermanas.
Un patrón preocupante en las prácticas corporativas
Este caso no surge en un contexto aislado; refleja un historial inquietante para Merck, particularmente relacionado con el escándalo del Vioxx. En 2004, la compañía tuvo que retirar este analgésico del mercado al revelarse que aumentaba significativamente el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares —un riesgo del cual estaban al tanto mientras lo comercializaban agresivamente. La planta Flint River cerró en 2007 como parte de una reestructuración global tras las repercusiones del escándalo Vioxx.
Añadiendo más preocupación, evaluaciones ambientales realizadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Recursos Naturales de Georgia confirmaron la presencia de contaminantes como tolueno y DCM en el suelo y agua subterránea del sitio después del cierre, validando las inquietudes sobre el legado ambiental dejado por dicha instalación.
Implicaciones más amplias para la rendición de cuentas
Los abogados que representan a la familia Sullivan describen esta demanda como “más que un caso —es un llamado a despertar”. Se cuestionan las prácticas fundamentales sobre cómo las corporaciones industriales manejan materiales peligrosos y protegen a su fuerza laboral, especialmente poblaciones vulnerables como las mujeres embarazadas. La demanda incluye múltiples cargos contra Merck por negligencia grave y muerte injusta, buscando tanto compensaciones económicas como daños punitivos destinados a sancionar a la empresa y disuadir conductas similares en el futuro.
- Falta de advertencias sobre los riesgos asociados con la exposición química tóxica.
- No proporcionar equipos necesarios para garantizar seguridad ni sistemas adecuados de ventilación.
- Permitir que carcinógenos conocidos permeen el entorno laboral.
- Causar exposiciones continuas e involuntarias que llevaron a resultados devastadores para la salud.
Una búsqueda por justicia y cambio
A medida que la familia Sullivan espera una respuesta formal por parte de Merck ante esta demanda y un posible juicio ante jurado, su caso representa una narrativa contundente sobre el poder corporativo, tragedias personales y búsqueda de responsabilidad. Resalta una realidad inquietante para muchos empleados industriales: el aire que respiran puede acarrear consecuencias generacionales. Para un público cada vez más cauteloso respecto a las grandes compañías farmacéuticas y sus prácticas ambientales industriales, esta demanda amplifica una exigencia crítica por transparencia y responsabilidad. El resultado será observado atentamente, ya que podría establecer un precedente significativo sobre cómo el sistema legal aborda los profundos impactos duraderos derivados de exposiciones tóxicas hacia los más vulnerables.
Fuentes utilizadas para este artículo incluyen:
ChildrensHealthDefense.org
BeasleyAllen.com
AlbanyHerald.com
La noticia en cifras
| Cifra |
Descripción |
| 26 |
Edad de Saville Sullivan al momento de su muerte |
| 1997 |
Año de nacimiento de Saville Sullivan |
| 1999 |
Año de nacimiento de Lilia Sullivan |
| 1993-2005 |
Años en que Colleen Sullivan trabajó en la planta Merck |