El presidente Donald Trump ha anunciado planes para una posible amnistía masiva para trabajadores indocumentados en las industrias agrícola, hotelera y de ocio, poco después de que la Cámara de Representantes aprobara su controvertido «Big Beautiful Bill». Esta propuesta contrasta con las descripciones anteriores del proyecto por parte de aliados de Trump, como Stephen Miller, quien lo presentó como una medida estricta contra la inmigración destinada a facilitar deportaciones masivas.
Trump subrayó la importancia de proteger la mano de obra agrícola, sugiriendo que los trabajadores indocumentados respaldados por los agricultores podrían ser autorizados a permanecer y trabajar legalmente. El senador republicano y agricultor de Georgia, Sam Watson, junto con grupos agrícolas estadounidenses, han expresado su apoyo a la exención de los trabajadores agrícolas de las deportaciones, citando la escasez de mano de obra y la competencia internacional.
Un cambio en el enfoque migratorio
El presidente propuso un plan que permitiría a los trabajadores deportados regresar mediante procesos legales acelerados si cooperan, reflejando así una postura más pragmática sobre la aplicación de leyes migratorias en sectores laborales esenciales. Durante un evento en Des Moines, Iowa, el 3 de junio, Trump declaró: «No quiero quitarle gente a los agricultores y vamos a hacer algo que creo que será bueno». Además, enfatizó que se trabajaría en legislación al respecto.
«Creo que eso hará feliz a mucha gente. Ahora bien, algunas personas del radicalismo derecho quizás no estén tan contentas, pero lo entenderán», agregó Trump. Sin embargo, estas declaraciones contrastan notablemente con el mensaje utilizado por sus aliados, quienes promovieron el «Big Beautiful Bill» como un camino hacia deportaciones masivas y un endurecimiento de las políticas migratorias.
Compromiso con los agricultores
A pesar del aparente contraste con el contenido del «Big Beautiful Bill», la declaración de Trump se alinea con su promesa anterior de colaborar estrechamente con los agricultores estadounidenses para proteger a los trabajadores migrantes esenciales. En una reunión del gabinete el 10 de abril, Trump reconoció el papel crítico de los agricultores en la industria agrícola estadounidense y las graves consecuencias que podría acarrear un esfuerzo masivo de deportación sobre la producción alimentaria y los costos asociados.
En esa ocasión, también insinuó una postura más flexible sobre la aplicación de leyes migratorias relacionadas con el sector agrícola. «Vamos a trabajar con los agricultores; si tienen recomendaciones sólidas sobre ciertas personas para sus granjas, les permitiremos quedarse un tiempo», afirmó Trump. Asimismo, sugirió la posibilidad de reingreso legal acelerado para aquellos trabajadores deportados que cumplan con los procedimientos migratorios establecidos.
La administración Trump ha reiterado su compromiso de centrarse en la deportación de criminales y personas con órdenes finales de deportación durante su segundo mandato. Para más información sobre este tema y otros relacionados con inmigración y políticas laborales, visite Migrants.news.