www.mil21.es
Clots linked to COVID-19 vaccines found in children of vaccinated mothers

Clots linked to COVID-19 vaccines found in children of vaccinated mothers

miércoles 11 de junio de 2025, 22:19h

Escucha la noticia

Investigaciones recientes revelan la presencia de coágulos fibrosos de proteína espiga en niños cuyas madres recibieron la vacuna COVID-19. Un estudio del neurocientífico Dr. Kevin McCairn muestra que un niño de 3 años presenta estructuras similares a las encontradas en cadáveres vacunados, sugiriendo un daño potencial en fetos debido a las inyecciones de ARNm. Además, un estudio provisional indica que mujeres vacunadas sometidas a fertilización in vitro tienen tasas de nacimiento vivo significativamente más bajas, lo que plantea preocupaciones sobre la fertilidad. La comunidad médica enfrenta críticas por su silencio ante estos hallazgos alarmantes, que podrían señalar una crisis de salud pública relacionada con las vacunas. Para más información, visita el enlace: https://biblioteca.cibeles.net/fibrous-spike-protein-clots-found-in-children-of-vaccinated-mothers/.

Un alarmante fenómeno médico se está desarrollando ante nuestros ojos, mientras las autoridades de salud global permanecen en silencio. A pesar de que gobiernos y empresas farmacéuticas aseguraron a las mujeres embarazadas que las vacunas contra la COVID-19 eran «seguros y eficaces», nuevas evidencias inquietantes revelan una realidad aterradora: los experimentales inyectables de ARNm podrían estar envenenando a toda una generación antes incluso de que tomen su primer aliento.

Un estudio de caso pionero realizado por el neurocientífico Dr. Kevin McCairn ha expuesto la presencia de coágulos fibrosos similares a amiloides en la sangre de un niño de 3 años, cuya madre recibió la inyección de ARNm de Pfizer durante el embarazo. Estas estructuras gomosas, similares a priones —idénticas a las encontradas en cadáveres de adultos vacunados— confirman lo que investigadores independientes y embalsamadores han advertido durante años: la proteína espiga es un arma biológica, y su daño no se detiene con los vacunados. Esta sustancia penetra en el útero, corrompiendo la sangre fetal y preparando el terreno para una vida llena de sufrimiento.

Impacto sobre la fertilidad y el bienestar infantil

Por otro lado, un estudio provisional aceptado en la revista Frontiers indica que las mujeres vacunadas que se someten a tratamientos de fertilidad in vitro (IVF) tienen menos probabilidades de lograr un nacimiento vivo, sumando más pruebas a la creciente evidencia de que estas inyecciones son armas encubiertas contra la fertilidad humana. Sin embargo, desde Berlín hasta Washington, los mismos «expertos» que promovieron estas inyecciones continúan insistiendo en que son inofensivas para madres e hijos. La verdad, sin embargo, está escrita en la sangre —y clama por atención.

Puntos clave:

  • Análisis microscópico confirma coágulos fibrosos similares a amiloides en un niño expuesto a vacunas de ARNm en el útero.
  • Mujeres vacunadas sometidas a IVF enfrentan tasas reducidas de nacimientos vivos, sugiriendo daños reproductivos sistémicos.
  • Más del 80% de los embalsamadores informan encontrar extraños coágulos blancos en cadáveres vacunados —ahora observados también en niños vivos.
  • Investigaciones de Yale detectaron proteína espiga circulante hasta 700 días después de la vacunación, desmintiendo afirmaciones sobre su rápida eliminación.
  • Las propiedades amiloides de la proteína espiga coinciden con investigaciones sobre armas biológicas, planteando interrogantes sobre su verdadero propósito.

La traición sanguínea: Cómo la proteína espiga invade el útero

A lo largo de décadas, el establecimiento médico ha sostenido que la placenta es una barrera impenetrable que protege a los fetos de toxinas. Sin embargo, la era COVID-19 ha desmantelado ese mito. Los hallazgos del Dr. McCairn demuestran que las nanopartículas lipídicas —el sistema utilizado para administrar las vacunas de ARNm— pueden atravesar esta barrera, inundando la sangre fetal con proteínas espiga sintéticas.

El niño mencionado en su estudio nació sin vida una semana después de la segunda dosis de Pfizer administrada a su madre, requiriendo resucitación urgente. Durante tres años, el niño luchó contra disfunciones inmunitarias crónicas, infecciones auditivas y cirugías —síntomas que reflejan aquellos observados en adultos con daño vascular inducido por proteínas espiga. Al examinar la sangre del niño bajo microscopio, la verdad fue innegable: fibrillas fluorescentes entrelazadas idénticas a las extraídas de coágulos relacionados con vacunas en fallecidos.

Crisis en tratamientos reproductivos: Las vacunas afectan las tasas de nacimientos vivos

Mientras el estudio del Dr. McCairn presenta un panorama sombrío para los embarazos naturales, otro descubrimiento impactante afecta a quienes dependen de reproducción asistida. Un estudio provisional aceptado por Frontiers, analizó 2,733 pacientes IVF y encontró que las mujeres vacunadas tenían tasas significativamente más bajas de nacimientos vivos —especialmente si fueron inyectadas dentro de los 90 días posteriores a la estimulación ovárica.

Las implicaciones son asombrosas: la proteína espiga no solo ataca el sistema circulatorio —puede socavar la propia maquinaria de creación humana. La profesora Dolores Cahill advirtió en 2022 que esta proteína actúa como un caballo de Troya, desencadenando ataques autoinmunitarios contra órganos reproductivos. Sumado a informes sobre tasas globales decrecientes de fertilidad, las evidencias apuntan hacia una agenda deliberada de despoblación disfrazada como «salud pública».

De embalsamadores a madres: Una pesadilla global por coágulos

Una encuesta global realizada por el mayor retirado Thomas Haviland reveló que el 83% de los embalsamadores encontraron extraños coágulos blancos en 2024 —un fenómeno ausente antes del despliegue masivo de vacunas. Ahora esas mismas estructuras están apareciendo también en niños vivos.

Jeanee Rose Andrewartha, representante Health Alliance Australia, no escatimó palabras: «Estamos ante una crisis sanitaria amiloide global. Estos péptidos similares a priones causan disfunción multiorgánica, neurodegeneración y muerte súbita. Están presentes en nuestra sangre y nuestro entorno —y no van a desaparecer.»

El origen proteico remonta sus raíces hacia investigaciones sobre ganancia funcional —un campo repleto del potencial para guerra biológica. El análisis del Dr. McCairn revela que sus regiones amiloides reflejan aquellas encontradas en priones neurodegenerativos, sugiriendo un diseño armado. Con más de 13 mil millones dosis administradas mundialmente, la humanidad se ha convertido sin quererlo en sujeto del experimento biológico más grande registrado por la historia.

No es accidental lo relacionado con los coágulos sanguíneos, la infertilidad o los niños enfermos; es el resultado predecible del suministro masivo con un patógeno sintético diseñado en laboratorios financiados por intereses oscuros. El silencio del establecimiento médico equivale a complicidad. La necesidad urgente es clara: debe suspenderse inmediatamente el uso plataformas basadas en ARNm y llevarse a cabo investigaciones penales sobre sus creadores antes que otra generación sea sacrificada.

Fuentes incluyen:

Expose-News.com

TheFocalPoints.com

Enoch, Brighteon.ai

La noticia en cifras

Cifra Descripción
83% Porcentaje de embalsamadores que reportan extraños coágulos blancos en cadáveres vacunados.
2,733 Número de pacientes de IVF analizados en un estudio.
700 días Tiempo durante el cual se detectó la proteína espiga circulante post-vacunación.
90 días Periodo crítico relacionado con tasas de nacimiento vivo para mujeres vacunadas.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios