El Senado exige al presidente del Instituto Cervantes que cese sus ataques a la RAE
En una reciente sesión plenaria, el Senado aprobó una moción presentada por el Grupo Parlamentario Popular, en la cual se solicita a Luis García Montero, presidente del Instituto Cervantes, que abandone su papel como “portavoz oficioso” del Gobierno y que ponga fin a sus críticas hacia el presidente de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz.
La moción fue defendida por los senadores María José Ortega y Juan Ávila, quienes condenaron las declaraciones y acciones de García Montero, considerándolas como una intromisión inaceptable en las competencias de la RAE. Además, argumentaron que estas actitudes contribuyen a la politización de una institución que debería operar bajo principios de neutralidad y excelencia.
Defensa de la independencia cultural
La portavoz de Cultura del Partido Popular, María José Ortega, enfatizó la importancia de proteger la independencia de las instituciones culturales frente a lo que calificó como “descalificación interna” por parte del Gobierno. Según ella, esta práctica busca desestabilizar a aquellos que no se alinean con ciertas agendas políticas.
Ortega también dirigió críticas al ministro de Cultura, sugiriendo que este ha pasado de ser un servidor público a convertirse en un comisario político al intentar ideologizar la cultura desde arriba. Asimismo, responsabilizó al ministro de Asuntos Exteriores, quien supervisa el Instituto Cervantes, indicando que le incomoda la existencia de una institución que no puede controlar.
Con ironía, afirmó que “utilizar el Instituto Cervantes para desacreditar a la RAE es como usar un diccionario para calzar una mesa”, subrayando que las instituciones culturales son patrimonio de más de 630 millones de hablantes y no herramientas del Ejecutivo.
Aplausos a Santiago Muñoz
La senadora defendió la labor del presidente de la RAE, destacando su capacidad para tener criterios propios y calificándolo como un ejemplo necesario de independencia institucional. La defensa hacia Muñoz no se basa únicamente en simpatías personales, sino en lo que considera una cuestión fundamental para la salud democrática del país: “la cultura no es propiedad del Gobierno”, afirmó.
Por su parte, Juan Ávila también respaldó a Santiago Muñoz y criticó las declaraciones de García Montero por ser una falta de respeto hacia la autonomía y autoridad académica de la RAE. Recordó que figuras literarias reconocidas han expresado su apoyo al presidente de la RAE frente a los ataques recibidos.
Consecuencias y demandas
Ávila destacó además los “negocios” relacionados con García Montero, señalando que ha recibido más premios desde su nombramiento como director del Instituto Cervantes que en toda su carrera como escritor. Ante esta situación, reiteró que si García Montero tuviera un mínimo sentido del honor ya habría dimitido; además, instó al ministro Albares a cesarlo si tuviera dignidad.
La moción refleja un creciente malestar dentro del Senado respecto a cómo se están manejando las instituciones culturales en el contexto político actual y subraya la necesidad urgente de preservar su autonomía e integridad.