La administración de Donald Trump ha decidido priorizar la expansión de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, para satisfacer las crecientes demandas energéticas de los centros de datos dedicados a la inteligencia artificial (IA). Esta estrategia se basa en la argumentación de que las fuentes renovables no pueden proporcionar la energía confiable y escalable necesaria para competir con China.
El Secretario del Interior, Doug Burgum, advirtió que perder la carrera armamentista de IA frente a China debido a la escasez energética representa una amenaza existencial más grave que el cambio climático. Según Burgum, esta situación podría determinar si la democracia occidental o el autoritarismo chino dominarán la gobernanza global.
Un cambio drástico en las políticas energéticas
A pesar de los compromisos ambientales previos, empresas tecnológicas como Google y Meta están recurriendo a combustibles fósiles para alimentar su infraestructura de IA. Google ha reportado un aumento del 48 por ciento en sus emisiones desde 2019, atribuido principalmente al consumo energético de sus operaciones relacionadas con IA.
Críticos como Jesse Jenkins, profesor en Princeton, sostienen que bloquear las energías renovables perjudica la competitividad de Estados Unidos. Ellos señalan que China exige que el 80 por ciento de la energía utilizada por los centros de datos en regiones clave provenga de fuentes renovables. Sin embargo, los defensores del uso de combustibles fósiles argumentan que estos son más económicos y confiables en comparación con las fuentes intermitentes como la energía eólica o solar.
La postura del gobierno estadounidense
La promoción de combustibles fósiles por parte de la administración Trump representa un rechazo directo a las políticas ecológicas implementadas durante el mandato anterior. Este enfoque resalta la importancia de la soberanía energética y la asequibilidad como factores críticos para lograr el dominio en el ámbito de la IA.
Durante una conferencia reciente sobre la industria del gas natural en Italia, Burgum enfatizó que sin acceso inmediato a energía abundante y confiable, Estados Unidos corre el riesgo de perder su posición dominante ante Beijing. "La verdadera amenaza existencial en este momento no es un grado de cambio climático", afirmó Burgum. "Es el hecho de que podríamos perder esta carrera si no tenemos suficiente energía", agregó.
Desafíos para las energías renovables
A pesar del compromiso inicial hacia una reducción en las emisiones netas, gigantes tecnológicos han tenido que ajustar sus estrategias ante las exigencias energéticas impuestas por sus operaciones relacionadas con IA. Meta ha comenzado a depender también del gas natural para alimentar sus nuevos centros de datos.
No obstante, analistas advierten que ignorar las energías renovables podría tener consecuencias negativas a largo plazo. Jenkins ha calificado esta decisión como "la mayor amenaza" para la competitividad estadounidense en materia de IA, subrayando que tanto la energía eólica como solar son aún las fuentes más rápidas y económicas para generar nueva energía.
A medida que Estados Unidos apuesta por los combustibles fósiles para ganar esta carrera tecnológica, surge una pregunta crítica: ¿podrá América superar a China mediante este giro hacia fuentes tradicionales? Por ahora, parece claro que la administración considera que los recursos energéticos confiables son superiores a las alternativas renovables.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
48% |
Incremento de emisiones reportado por Google desde 2019. |
80% |
Porcentaje de energía renovable mandado por China para centros de datos. |
2019 |
Año desde el cual se ha reportado un aumento en las emisiones de Google. |
2025 |
Año en el que se centra la noticia. |