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El apoyo público a la acción climática disminuye a pesar de las olas de calor en Europa
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El apoyo público a la acción climática disminuye a pesar de las olas de calor en Europa

sábado 12 de julio de 2025, 17:08h

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A pesar de las olas de calor récord en Europa y América del Norte, el apoyo público a la acción climática está disminuyendo. Un informe de The Guardian revela que los votantes en el Reino Unido y Europa son cada vez más tolerantes con los retrocesos políticos en políticas verdes, incluso frente a eventos climáticos extremos. La preocupación por el clima ha caído en la lista de prioridades, desplazada por problemas como el costo de vida y la atención médica. Partidos populistas de derecha están ganando terreno al oponerse abiertamente a las políticas climáticas, reflejando un cambio hacia una mayor aceptación de las regulaciones ambientales menos estrictas. Este fenómeno sugiere que, ante la creciente presión económica, muchos priorizan la supervivencia inmediata sobre los objetivos climáticos a largo plazo. Para más información, visita el enlace de la noticia.

A pesar de las olas de calor que han batido récords en gran parte de Europa y América del Norte, el apoyo público para la acción climática parece estar debilitándose en lugar de intensificarse. Un reciente informe de The Guardian revela que los votantes en el Reino Unido y Europa muestran una creciente tolerancia hacia los retrocesos políticos en las políticas ecológicas, incluso cuando los eventos climáticos extremos, impulsados por el cambio climático, se vuelven más mortales y frecuentes.

Olas de calor no logran movilizar la acción climática: A pesar de las temperaturas récord en Europa, incluyendo picos de 42 °C en España, la preocupación pública por el cambio climático permanece contenida. Muchos ciudadanos, como Julie, una jubilada de Essex, reconocen que los veranos están empeorando, pero expresan escepticismo sobre la capacidad o disposición del gobierno para actuar de manera significativa sobre las emisiones.

La preocupación climática pierde prioridad pública: Los datos de encuestas indican un descenso en la preocupación pública por el cambio climático en el Reino Unido, con el apoyo a las emisiones netas cero para 2050 cayendo del 62% al 46%. Los temas climáticos ahora ocupan un lugar bajo en comparación con el costo de vida, la atención médica y la inmigración, reflejando un cambio en las prioridades ante crecientes dificultades económicas.

El auge del escepticismo climático populista

Partidos populistas de derecha como Reform UK en Gran Bretaña y grupos extremistas en toda Europa están ganando terreno al oponerse abiertamente a las políticas climáticas, incluso en regiones vulnerables a inundaciones e incendios. Muchos de sus seguidores toleran o incluso abrazan los retrocesos en las regulaciones ecológicas, considerándolas disruptivas para la economía.

Las políticas climáticas como un esfuerzo ‘autolimitante’: Observadores sugieren que la acción climática solo es políticamente sostenible hasta que impone costos económicos o sociales visibles. A medida que las condiciones de vida empeoran, especialmente en el Reino Unido, las personas priorizan cada vez más la supervivencia inmediata sobre los objetivos climáticos a largo plazo —aun cuando el costo ambiental sigue aumentando.

Residentes como Julie, una jubilada de Stanford-le-Hope, Essex, expresan una sensación de resignación impotente. Aunque reconoce que los veranos se han vuelto significativamente más calurosos y se preocupa por las implicaciones para las generaciones futuras, ella no confía en que el gobierno tome medidas significativas. “Es todo demasiado poco y demasiado tarde”, dice, reflejando un sentimiento público más amplio de fatiga y escepticismo respecto a la política climática.

Encuestas revelan un cambio preocupante

Los datos de encuestas respaldan esta perspectiva. Mientras que una mayoría de personas en el Reino Unido sentían que la ola de calor a finales de junio era excesiva y reconocían el papel del cambio climático, el porcentaje de personas preocupadas por cuestiones climáticas ha disminuido del 68% al 60% durante el último año. El apoyo al objetivo neto cero del Reino Unido para 2050 ha caído aún más drásticamente, pasando del 62% al 46%.

Ed Hodgson, analista del grupo de investigación More in Common, atribuye este declive a la creciente presión de problemas cotidianos. “Hace tres años”, señala, “el clima competía con la inmigración por el tercer lugar después del costo de vida y el NHS. Ahora está cerca del final”. Con inflación, retrasos en atención médica e inestabilidad política dominando los titulares, el cambio climático ha perdido urgencia en la mente de muchos votantes.

Este cambio ha fortalecido a partidos extremistas en toda Europa y el Reino Unido, muchos de los cuales se oponen activamente a las regulaciones ambientales. En Gran Bretaña, Reform UK —dirigido por Nigel Farage— ha prometido eliminar el objetivo neto cero y expandir la producción nacional de petróleo y gas. Irónicamente, se espera que este partido gane terreno en algunas áreas propensas a inundaciones del Reino Unido.

Cambio climático: ¿una cuestión relegada?

A medida que avanza esta situación crítica, medio país desea experimentar una ola de calor como una forma temporal de confort —como clima playero— a pesar de sus consecuencias a largo plazo. De manera similar, grupos extremistas europeos han utilizado las olas de calor e incendios forestales para atacar políticas climáticas en lugar de reforzarlas.

El artículo sugiere que la aparente disminución del interés por cuestiones climáticas puede no reflejar apatía sino más bien una re-priorización forzada. Ante dificultades económicas y tensiones sociales crecientes, muchas personas están enfocándose en su supervivencia inmediata más que en amenazas abstractas futuras. En este contexto, las políticas climáticas se convierten en autolimitadas: son toleradas solo mientras no interfieran con la vida diaria; cuando lo hacen —ya sea mediante costos más altos o restricciones a libertades— el apoyo público rápidamente se desvanece.

En última instancia, la ola de calor no ha sido el punto decisivo que los defensores del clima esperaban. Más bien revela un público cada vez más abrumado y desilusionado que se aleja de acciones ambientales ambiciosas para hacer frente a crisis inmediatas.

La noticia en cifras

Cifra Descripción
42 °C Temperatura máxima registrada en España durante la ola de calor.
62% - 46% Porcentaje de apoyo para emisiones netas cero para 2050 (cayó del 62% al 46%).
68% - 60% Porcentaje de personas preocupadas por el cambio climático (disminuyó del 68% al 60%).
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