El presidente Donald Trump ha implementado una reforma radical en las políticas de contratación federal, eliminando los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) y sustituyéndolos por un nuevo enfoque denominado “Mérito, Excelencia e Inteligencia” (MEI). Esta decisión, que afecta a más de 140,000 trabajadores federales que enfrentan despidos, prioriza las habilidades individuales sobre objetivos demográficos.
En su primer día en el cargo, Trump firmó una orden ejecutiva que instruye a las agencias federales a desmantelar las iniciativas DEI, dejando a miles de empleados en licencia administrativa. Este movimiento ha intensificado el debate sobre si los programas DEI fomentan la equidad o perjudican la justicia.
Un cambio significativo en la dirección del gobierno
La nueva estrategia se produce en un contexto de creciente oposición a la diversidad promovida durante la administración Biden. Trump ha calificado los programas DEI como “peligrosos e inmorales”, acusándolos de propiciar la discriminación racial. Stephen Miller, jefe de gabinete adjunto de la Casa Blanca, afirmó que “tendremos un sistema basado en el mérito”, presentando esta iniciativa como una necesidad tanto constitucional como económica.
A medida que la administración presiona a las corporaciones para que sigan este ejemplo, las empresas adoptan posturas marcadamente diferentes. Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero, compañías como Meta, Walmart y Ford han reducido sus esfuerzos en DEI, mientras que otras como Microsoft y Apple defienden estas iniciativas como esenciales para la innovación y la equidad.
Las reacciones del sector empresarial
Jeff Jones, portavoz de Microsoft, aseguró que la empresa se mantiene “firme” en sus objetivos de DEI para 2025, incluyendo el aumento de representación de líderes negros e hispanos. “Nuestra dedicación a la diversidad y la inclusión es inquebrantable”, declaró Jones, aunque competidores como Meta han abandonado compromisos similares.
Por otro lado, voces conservadoras celebran este cambio. Un partidario de Trump en un reciente mitin en Ohio expresó: “Al final del día, es simple; contratar por capacidad y no por pigmentación no significa ignorar la raza — significa respetar a las personas como individuos”.
Un cruce cultural: La división entre DEI y MEI se profundiza
El debate sobre DEI trasciende el ámbito empresarial y refleja tensiones sociales más amplias. Estos programas ganaron impulso tras el asesinato de George Floyd en 2020, con empresas como Microsoft comprometidas a invertir cientos de millones para aumentar el liderazgo negro e hispano. Sin embargo, este impulso se ha visto frenado ante el rechazo creciente; por ejemplo, la proporción de ejecutivos negros en empresas del S&P 100 disminuyó un 3% en 2023.
Los defensores argumentan que DEI desmantela barreras hacia una verdadera meritocracia. Paul Argenti, profesor de Dartmouth, sostiene que “no se puede tener una verdadera meritocracia sin asegurar acceso equitativo a oportunidades”, refutando así las afirmaciones de que DEI crea cuotas. En contraste, los críticos desestiman estos esfuerzos como un exceso “woke” ajeno a la productividad.
El futuro incierto: Meritocracia versus inclusión
A medida que el gobierno federal se prepara para reformar sus políticas de contratación, el sector privado enfrenta una presión creciente. Se estima que alrededor del 8% de las empresas podrían modificar sus políticas DEI debido al impulso de Trump; sin embargo, casi la mitad no planea realizar cambios. Entre quienes están indecisos, muchos prefieren mantener sus políticas actuales para evitar conflictos.
El desenlace sigue siendo incierto. Mientras el sistema “sin color” propuesto por Trump busca priorizar únicamente el talento individual, los opositores advierten sobre el riesgo de volver a sesgos antiguos que históricamente han excluido a grupos marginados. El sociólogo Donald Tomaskovic-Devey afirma: “Sin apoyos estructurales, la meritocracia se convierte en un mito”.
A medida que la administración exige reformas drásticas, las corporaciones navegan un terreno complicado. El resultado es un panorama corporativo dividido entre dos filosofías opuestas que luchan por definir lo que realmente significa “justicia”.
Fuentes:
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
140,000 |
Federal workers facing layoffs due to the overhaul of DEI programs. |
150,000 |
Potential additional dismissals of federal workers. |
8% |
Estimated percentage of businesses that may alter DEI policies due to Trump's push. |
3% |
Drop in Black executive ranks in S&P 100 companies in 2023. |