La organización Planned Parenthood, que recibe financiamiento gubernamental y se dedica a ofrecer servicios de salud reproductiva en Estados Unidos, ha enfrentado importantes recortes desde la llegada de Donald Trump a la presidencia. En este contexto, cinco clínicas de la entidad en California han cerrado sus puertas como consecuencia de la reducción de fondos tras la aprobación de la One Big Beautiful Bill, el paquete fiscal emblemático del actual gobierno.
Las clausuras se deben a una disposición incluida en la ley fiscal que eliminó la financiación federal para el programa Medicaid, utilizado por Planned Parenthood para proporcionar servicios de aborto gratuitos financiados por los contribuyentes. Además, otros servicios esenciales como medicina familiar, salud conductual y atención prenatal también se verán afectados por estos recortes.
Impacto en los empleados y servicios
Los directivos de Planned Parenthood expresaron su pesar por los cierres, que resultaron en el despido de 60 empleados de las clínicas afectadas. Stacy Cross, directora ejecutiva de la organización durante 24 años, manifestó: “Esta es realmente la situación más difícil que he vivido en toda mi vida”. La ejecutiva lamentó que los recortes impidan recibir reembolsos por los servicios brindados, lo que afecta gravemente su capacidad operativa.
Desde 2015, Planned Parenthood había recibido al menos 390 millones de dólares en fondos públicos para realizar procedimientos de aborto. Sin embargo, ante esta nueva realidad, la Casa Blanca ha celebrado los recortes. Funcionarios del gobierno afirmaron que “la administración Trump está poniendo fin al uso de dinero de los contribuyentes para financiar o promover abortos electivos”, una postura que consideran respaldada por una amplia mayoría de estadounidenses.
Lucha legal del Partido Demócrata
El Partido Demócrata ha manifestado su intención de no permitir que Planned Parenthood enfrente esta situación sin luchar. El diputado californiano Jimmy Panetta anunció su compromiso de explorar opciones legales a nivel estatal para mantener abiertas las clínicas. “A través de legislación, litigios y coordinación con líderes estatales y locales, seguiremos luchando”, afirmó Panetta.
Poco después de la firma de la OBBB, Planned Parenthood presentó una demanda contra el gobierno y logró obtener una orden judicial temporal que restringía por dos semanas la prohibición del Medicaid hacia las clínicas. Sin embargo, dicha orden expiró recientemente y solo se permitió que un número limitado de afiliados recibieran pagos del programa.
A medida que avanza esta crisis financiera, Planned Parenthood ha cerrado clínicas en varios estados además de California, incluyendo su único centro en Manhattan y múltiples ubicaciones en Minnesota, Illinois, Texas y Utah.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
5 |
Cinco centros cerrados en California |
60 |
Empleados despedidos |
390 millones de dólares |
Fondos recibidos por Planned Parenthood desde 2015 |
10 |
Afilados de Planned Parenthood que pueden recibir pagos de Medicaid |