La popularidad del chocolate «Can’t Get Knafeh Of It», originario de Dubái y creado por la chocolatera británico-egipcia Sarah Hamouda, ha alcanzado niveles virales, generando un notable aumento en la demanda y provocando incluso una escasez de pistachos. Sin embargo, esta tendencia ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad alimentaria en el Reino Unido.
La Food Standards Agency (FSA) del Reino Unido ha emitido una advertencia respecto a las importaciones no reguladas de estas barras de chocolate al estilo dubaití. Se ha descubierto que algunos productos contienen aditivos ilegales, toxinas de moho y compuestos potencialmente carcinogénicos, lo que representa un riesgo considerable para los consumidores, especialmente aquellos con alergias alimentarias.
Riesgos para la salud
La FSA subraya los peligros asociados a estos chocolates, particularmente para personas con alergias, ya que reacciones alérgicas severas como la anafilaxis pueden ser mortales. Cada año, aproximadamente diez personas en el Reino Unido fallecen debido a reacciones alérgicas inducidas por alimentos, siendo los niños especialmente vulnerables.
Ante esta situación, la FSA aconseja a los consumidores adquirir chocolate únicamente de minoristas confiables y revisar cuidadosamente las etiquetas en busca de listas de ingredientes e información sobre alérgenos. Los productos destinados al mercado británico deben cumplir con requisitos específicos de etiquetado.
Además, la FSA está trabajando en colaboración con las autoridades locales para retirar del mercado aquellos productos inseguros y anima a los consumidores a reportar cualquier producto sospechoso. Mantenerse informado y alerta es fundamental para disfrutar de esta tendencia sin riesgos.
Un fenómeno viral
El ascenso meteórico del chocolate dubaití ha llevado a un aumento sin precedentes en su demanda, lo que ha generado preocupaciones sobre productos falsificados contaminados con ingredientes nocivos.
Sarah Hamouda creó este chocolate inicialmente para satisfacer sus antojos durante el embarazo. Sin embargo, su popularidad se disparó tras un video de un influencer gastronómico que acumuló más de 100 millones de vistas en TikTok. La demanda ha sido tan abrumadora que se le atribuye incluso una escasez de pistachos, lo que llevó a grandes marcas como Lindt y supermercados como Lidl y Waitrose a lanzar sus propias versiones del producto.
No obstante, este éxito también ha traído consigo aspectos negativos. La FSA advierte que algunas barras importadas están siendo adulteradas con aditivos peligrosos y contaminantes potencialmente cancerígenos. El profesor Robin May, asesor científico principal de la FSA, enfatizó el riesgo: «La gran mayoría de los alimentos en el Reino Unido son seguros, pero algunos productos importados al estilo dubaití no cumplen con nuestros estándares y podrían representar un riesgo para la seguridad alimentaria, especialmente para los consumidores con alergias».
Alergias alimentarias
Las alergias son una preocupación seria; aproximadamente diez británicos mueren cada año debido a reacciones alérgicas inducidas por alimentos y cinco mil son hospitalizados por reacciones severas. La anafilaxis puede causar dificultades respiratorias e incluso paro cardíaco por falta de oxígeno. Los niños son particularmente susceptibles debido a su menor tamaño corporal; cantidades mínimas de alérgenos pueden desencadenar reacciones severas.
«Si desea comprar chocolate al estilo dubaití, le recomendamos optar por minoristas confiables, como aquellos donde realiza sus compras semanales; así es más probable que los productos estén elaborados para consumidores del Reino Unido y sean seguros para el consumo», indicó May. También instó a los consumidores a verificar cuidadosamente las etiquetas. Por ley, los productos destinados al mercado británico deben tener etiquetas en inglés que enumeren ingredientes, resalten alérgenos y proporcionen el nombre y dirección del negocio responsable.
«Estamos colaborando estrechamente con las autoridades locales para asegurarnos de que cualquier producto inseguro sea retirado rápidamente del mercado», agregó May. La agencia también anima a los consumidores a reportar cualquier producto sospechoso: «Si tiene dudas sobre algún chocolate disponible en venta, no lo compre y repórtelo a su autoridad local», concluyó.
Cuidado con las importaciones
Distinguir entre productos elaborados para el Reino Unido y aquellos que no lo son puede resultar complicado. La FSA aconseja buscar etiquetas que incluyan el nombre del alimento, una lista de ingredientes con alérgenos resaltados, el peso del producto en gramos y una fecha de caducidad o uso preferente. Además, debe figurar el nombre y dirección del negocio responsable dentro del Reino Unido o la Unión Europea; si el producto no proviene de estas regiones, también debe incluirse la información del importador.
El auge del chocolate viral de Dubái ha introducido una nueva y emocionante opción dentro del panorama alimenticio británico; sin embargo, también ha puesto de relieve los potenciales peligros asociados a las importaciones no reguladas. A medida que los consumidores continúan buscando este dulce atractivo, la advertencia emitida por la FSA actúa como un recordatorio crucial sobre la importancia de priorizar la seguridad y mantenerse alerta ante posibles riesgos. Siguiendo estas pautas y comprando en fuentes reputables, es posible disfrutar sin preocupaciones.
Mire el video a continuación donde se habla sobre metales pesados encontrados en chocolates.